Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2012
¿Estás viviendo? Digo, ¿estás viviendo realmente? Exaperándote de una rutina monótona que argumenta a favor de la miseria, digo, ¿estás viviendo? ¿Qué estás haciendo con tu vida? Ella pasa tan arrogante por el tiempo, nunca vuelve a mirar atrás, te deja por siempre congelado en un momento que no se revivirá, y quedás atascado entre el querer y la necesidad, mirando a la muy vanidosa ir caminando de tacos altos, tan elegante, tan misteriosa, por las cornisas de las agujas del reloj. Mientras tanto sobra el tiempo 'sobrevivido', y actúas por pura acción de piloto automático de tu propio cuerpo, superficialmente dueño de tus cuotas de demencia. La actriz de la tragicomedia, una azul con pintitas blancas, deslumbra en su papel de oscura, la noche más mentalmente caótica, el Martín Fierro a la película esta que es tu vida, ella sabe bien como hacer para que no quieras amanecer. Simplemente se calla, y el mundo se acaba, te deja a solas y con eso es suficiente. A veces podrás sonreír

Otra vez gris

Es un domingo de esos domingos que ameritan a encerrarse en estas conocidas cuatro paredes mientras los vidrios se empañan, la cabeza que estalla, Boca que empata, y toda una maraña tormentosa de sensaciones de domingo, mal humores de lunes, y otros indefinidos. Y no sé por qué, pero se me achica el tubito este de la garganta, como que presiona... #cosas. Y cuesta respirar, y todos esos detalles que a nadie le importan, ni siquiera los ve, y no quiere ver. Hay días, como casi todos los que se patentan acá, que desearía estar en otro lado, en otro cuerpo, con otra vida. Aunque si todo fuese perfecto, claro, estaría con mi mismo cuerpo teniendo otra vida y lógicamente no escribiéndole a nadie porque no hay nadie que me quiera escuchar. Todavía no sé porqué te busco si sé que no estás, que vas a aparecer cuando se te antoje y anda a saber... Dicen que el tiempo no vale por su duración sino por su calidad. O algo así parecido. Bueno ese es el punto. Ahora, Guada, ¿por qué carajo gastar tie

Un miércoles me bailó.

Que alguien me pegue tres tiros. Basta, basta, basta no tengo más ganas, no me importa, no me interesa, no me cambia la vida, me chupa tres huevos, NO ME IMPORTA. Ninguna persona con síndrome de GuadalupeArigós en su sano juicio es capaz de afrontar las presiones que implica esto sin secuelas, ni calmantes (que en realidad no tengo, y realmente no creo que me vengan tan mal), ni café con leche, ni amplias dosis de mal humor, estrés, angustia, y demases emociones del estilo voyamandartodoytodosalamierda, quemallaestoypasando, y similares. De todas formas, consuelos baratos y patéticos del estilo 'Podría ser peor', absténganse de mi vida porque desatan en mi ánimo emociones violentas unas verbales y otras no tanto, que alteran el clima pacífico, festivo y templado que siempre hay cuando uno tiene que encerrarse a hibernar y leer cosas que le importan tres carajos. Y bueno, cuando uno está acá (solo) descargando su furia, porque claro, nadie te aguanta en este estado (como para au