Hoy no soy yo escribiendo acá.
Está pasando mucho por acá. Es que existen tantas cosas espinosas revoloteando alrededor que darle forma gráfica es, como poco, esclarecedor. Siempre que suceden eventualidades como estas, se edifica, dentro, fuerte e invencible el ánimo caminante, las ganas dominantes de emprender un viaje. Destinos nunca faltan, aunque siempre lo especial es el recorrido, esa sensación de estar haciendo algo, un algo, cumpliendo un sueño, con la dinámica tan liberadora de "Elige tu propia aventura", una opción que parezca mejor y arriesgar un tiempo irrecuperable a la grata emoción, a una sana ansiedad, al logro de decidir. Seguramente haya en este mundo seres más pasivos que uno, y no por ello ni mejores ni peores. Seguramente haya en este mundo personas menos profundas, más pragmáticas a la facilidad. Y también, sin lugar a dudas, existan personas (a mi gusto) asquerosamente poco reflexivas, tan carente de sentidos, tan tristemente ajenas de empatía. De esas últimas, se