De bicis, codos y pelotas.
E n el frío polar que nos aqueja y la mañana que me congeló cada célula, saliendo de noche a viajar, no veo el amanecer ya que me encierran cuatro paredes que no sirven de nada y censuran mi emoción . Voy a seguir caminando porque tengo que llegar temprano, aunque las contracturas en las cervicales sólo animen todavía más este calor interno que no se puede apagar. Y si cuando llego te golpeo no es raro porque demuestra cuánto me importa tu dolor , y si te grito no sé qué te sorprende: pretendo que me escuches solamente a mí . Si te regalo los sabores que más te gustan no es porque quiera de tu carne sólo vale su sonrisa de chocolate . Si te prometo más quejas no es porque no me agrades, sino porque me gusta ver cómo te exasperas conmigo. Si te pido un abrazo es porque tu contención es inigualable y me salva de todo dolor, y sabés que te pediré mil más porque es increíble la paz que me das. Te regalo pilas y pilones de historias que jamás podrás siquiera entender porque sos protag