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Mostrando entradas de octubre, 2014

Superhombre barrado

"Descubrí que lo más puro era guardarte en un rincón, alejado del lenguaje verbal, sencillamente atrapado en nuestra conjunción de emociones durante esos instantes. Seguramente esté fallándole a la verdad porque no existía emoción en tu voz esa vez, pero ¿qué puedo hacer? Prefiero inmortalizarte en silencio con los matices de mi distorsionado recuerdo, en un segundo la sonrisa caníbal de quien no comprende lo que genera y luego quizás la decepción de respirar.  Flotaremos entre los rascacielos productos del inútil deseo de llegar hacia el cielo; el mundo colmará las alternativas artísticas de economía, realidad y desvelo. La noche obtura la falta de un sueño, la utopía gobierna a los desalmados que luchan sin causa por una causa que desconocen. Desterrados del paradigma de las drogas y alcohol, los riff, los bares y la negación, quizás alguien consiga demostrar y barrer con claridad estas ideas cargadas de suciedad, de dinero, de identificaciones y de moral. Jamás encontrarás al

Cartas a un analista I

Siempre estás en artista y te haces el genio, cultivas tu aire ausente y despreocupado porque te súper gusta hacerte el raro. "Entró al consultorio, se acomodó, y dijo: -Yo creo que él estaba loco. Bah, que él está loco. A mi, en su momento, me vino bien, como puerta de entrada a un mundo distinto. Pero no había una puta ventana por donde mirar, por donde escapar. Creo que nos rescatamos un poco cada uno. Él, las drogas, el alcohol, el desenfreno. Y yo, bueno, ya sabés. La ingenuidad, la inocencia, el rock y los amigos de aquel entonces. Eran la locura y la violencia personificadas en un cuerpo, queriéndome, escapándome. Recuerdo el Limbo, la nada, la represión actuando en cada momento de ese año. Fue un largo y oscuro pasillo sin lenguaje, camino al caos. Y pocos años después, aparece un otro, representa ideas diferentes en un mundo donde yo tampoco encajaba.  Unos meses más tarde, alguien más normal cumple el deseo adolescente. Los dos últimos quizás sean más

Odio poner títulos, episodio MMXIV

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"Aquella máxima según la cual el psicoanálisis no busca el bienestar sino la verdad." (G.R.) "Yo siempre me la pasé hablando de encontrar, de buscar, de las preguntas y las respuestas. Después de un tiempo entendí que el no comprenderlo todo, el sostener la incógnita podría ser una lógica del movimiento, del deseo, una constante para continuar. La completud es muerte, es inacción, neutralidad. ¿Qué se puede hacer cuando ya se ha alcanzado todo? Aspirar a la verdad, develar cada misterio, cada pliegue en las fisuras del lenguaje que dejan entrever algo más siempre ha sido una práctica placentera, una pasión. Y quizás, aún sabiendo de la imposibilidad de captar todas las respuestas a todos los planteos, es necesario que así sea para continuar moviéndonos. Yo creo que nunca dejaré de buscar. El agotamiento, la frustración, los obstáculos, serán impedimentos tal vez; pero ¿cómo dejar de intentar? A los tormentos del Limbo emocional carente de lenguaje, a los llantos s

F de Fatal.

La gente me pregunta por qué me dura tanto este amor. La banda de mi vida toca mañana en el Malvinas. Quizás me conocés un poquito y sabés que inevitablemente El Bordo -en contexto- me hace inmensamente feliz, que tantas historias se escribieron a partir de verlos.  Veo a mis amigos ahí, viajo hasta pueblos impensados, y me vibra tanto el alma con esa u otra canción.  De verdad te digo, yo creo que es amor. ¿No amás vos a tu club de fútbol?  Qué dirías Mendoza, Uruguay, Villa María, Alvear, San Miguel, Córdoba, San Juan, San Luis, San Nicolás, Florencio Varela, San Carlos, Dolores, 25 de mayo... etc, etc. Y en cada viaje un amigo, y en cada amigo una historia.  Tengo más recitales de El Bordo en mi vida que ninguna otra cosa.  Cómo explicar esa ansiedad, esa emoción y la exaltación cuando se apagan las luces y la gente empieza a cantar, y vos estás ahí con tus amigos al lado, viendo, pensando, "¿Con qué abrirán?" "Noooo, no podés abrir con Siento la re puta ma

En un pecho bajo cero.

"'Sos un témpano'. Yo no soy un témpano, yo no soy un cubito, yo... Bueno, quizás sí soy un poco fría y ausente de idealizaciones y pretensiones. Quizás puede que tenga razón, pero su absurda inexistencia real y sus argumentos virtuales no tiene peso suficiente para hacerme replantear mis conceptos de cariño... O tal vez la crítica tenga peso per se, más allá de que sea su notificación la que lo charla. No es el único reproche que llega por esta sequedad. Malísima su argumentación. Y malísima mi defensa vía sublimación... ¿qué más puedo hacer? Hiel. Amar amo a la banda de mi vida. Amar, amo mi carrera. Amo contextos. Amo viajar. ¿Personas? ¿Qué clase de promesas baratas y absurdas sos capaz de brindar con tal de cambiar(me)? Yo no quiero darle nada, gracias y demás que elijo darle tiempo. El freezer de mi pecho sólo ama ideales y consciente de ello, muta de cuerpo en cuerpo, de nombre en nombre, de hombre en hombre capturando rasgos, facetas, figuras, irrumpiend