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Mostrando entradas de mayo, 2014

Ensayo de un análisis inacabado.

Ensayo general para la farsa actual, teatro anti disturbios. ¿Qué dirías si pudieras alguna vez leer mis pensamientos cual libro abierto? ¿Qué dirías ante tanta ambivalencia, ante tanto descuido?     Supongo -le dijo-, que una porción grande de la madurez es aceptar lo que no puedes cambiar. Estoy convencido de ello. Tu no puedes cambiarme a mí si yo no quiero cambiar por mí mismo. Deberías intentar aceptarlo, ¿no crees? La vida sería así más fácil.  ¿Cómo te enfrentarías al reclamo y al desgarrador desamor?    Quizás no lo haga -pensó-. Quizás no quiera lastimarte, pero tampoco me atreva a enfrentar mi propio reflejo cuando tus ojos cargados de amor, de desprecio y decepción me miran fijo buscando respuestas. No sé qué más podría hacer, simplemente, si yo no puedo darte lo que buscas... Quizás, deberías cambiar lo que buscas en mí. Ya que a mi, no puedes reemplazarme. ¿Cómo actúas inconscientemente en dos papeles a la vez? No puedes ser Dios y diablo, no puedes ser roles opu

Estado de la consecuencia emocional, capítulo II.

Cruza el amor. Yo cruzaré los dedos... "Una noche diferente, estábamos cenando en silencio, ya ves, no todo siempre es perfecto. Lo sé, experiencia propia también. 'Verás, quizá esto sea un error...' Y la cara de frustración entonando con la tensión. La espalda provocativa que me das, porque sé que frente a mis ojos, te derrumbas. Apuesto a que es cierto, pero ¿cuándo creíste que esto era un camino recto? Técnicamente, yo no soy tu problema, sino que soy sólo... un efecto colateral. A tus fantasmas superyoicos acechando firmemente podrías pedirles amablemente que se callaran un momento y así poder pensar. Yo puedo dejarte acá, con tu cocina y tu alacena monotemática.  De frente al precipicio con solo el hierro de límite, la cabeza en blanco, en una nebulosa irreal actuando como seres difusos de un evento onírico de gran intensidad. Explicame, con tu voz particular, ¿qué es lo real? Creo que en algún momento nos perdimos en la suerte de lo implícito y ¿qué podemos

Estado del arte emocional. Capítulo I.

"Sobre la mesa hay libros que nos trajimos de la biblioteca, textos y más textos impresos, un café y un café con leche. Y alrededor de la mesa estamos vos y yo, vos de local, yo de visitante, con los nervios a flor de piel hasta que me pongo a hacer mis cosas y logro concentrarme: pinto las palabras de colores diferentes, según la perspectiva que hayan elegido, resalto y anoto en mi cuaderno, escribo, garabateo y liquido el café con leche todavía caliente.  No sé qué significa "minimalista" pero considero que encaja a la perfección con tu departamento. Nos rodean las paredes blancas, un reloj y la netbook. En un arrebato de confianza me dirijo a la cocina, parecés casi obsesivo con la manera de ordenar. Abro la alacena y encuentro arroz, atún, café, azúcar y leche en polvo. De edulcorante mejor ni hablar. Una odisea descubrir donde guardás los vasos. Siento que la vulnerabilidad debería ser descrita filmándome en el preciso instante en que apareces en el pasillo y amabl

#CristinaYang

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Sufro como una hija de puta y hoy soy simplemente yo haciendo catarsis. Sufro como una nena cuando soy consciente de que se va de la serie. Sí, la puta que te parió, sufro por esto, hay gente que sufre porque su equipo de fútbol no ganó, o porque su banda favorita se separa (ni se te ocurra Bordo), o lo que sea. Y yo sufro porque la china se va de la serie y es irreemplazable.  Debe haber sido el personaje más particular de todos los capítulos, el que más evolucionó, el que más, para bien o para mal, representa un poco de mí, y seguro un poco de los demás. Ella no es perfecta ni de cerca, ella no cumple con el parámetro de belleza, ella no quiere un príncipe azul. Ella es REAL . Ella le hubiera salvado la vida.  "Acabamos de pasar por la cosa más espantosa que una persona puede pasar, y sobrevivimos.  Así que ahora cada día es sólo un regalo. Estamos todos bendecidos. Bendecidos de estar aquí, bendecidos de hacer lo que hacemos mejor, lo cual es salvar vidas. Cada día, una

Crónicas Mentales, IV.

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"La tentaste tantas veces, le diste la manzana brillante y perfecta, y el paraíso ahora sólo existe en ella. Exigiste implícitamente su atención, le gritaste sin descaro "¡Acá estoy!", cediste tus nutrientes, entera y dispuesta, e iniciaste un nuevo placer, un nuevo ritual que ahora hay que dominar.  De la mano de los cambios, compraste un poco de valor, accedieron juntos a eliminar el "Qué dirán"  mientras se prestaban sus magias y cual juego de químicos, se transformaban.  Llamaste la atención sin vergüenza comenzando un juego inconcluso, el tiempo fue quemando su uso y después de todo, el camino pareciera ser un círculo. Quedaron latentes los significados ocultos de los juegos de palabras, las mentiras más osadas, y la ferviente necesidad de probar, de intentar, de satisfacer la dominante curiosidad. Diste dedos, brazos, pies y cuerpo entero, prestaste todo a cambio de algo más, prestaste todo, salvo lo esencial, salvo ese plus que dan las palabras, que co
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No necesito más.

Crónicas Mentales III.

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"¿De qué me hablabas cuando hablabas de amor?" "Las flores relajaban la tensión y rodeada de paquetes, de humo y de más papeles yo creía en tu voz, aspiraba a alcanzarnos sobre el mundo material. A la velocidad del sonido cambian las reglas de nuestro juego, sin construcción de lo real, así de volátiles somos mi amor, tan relativos al sentimiento de turno, tan dependientes de la expresión. Los ojos esquivos dominan la noche, y qué, ¿qué más que esto podemos ser? Desconocidos buscando ¿qué? Vos dirás, sos el conductor de este viaje sin final, ¿hacia dónde? ¿Hasta qué clase de tempestad emocional? Al mundo de los sueños se lo arma con elementos del mundo real, pero en el plano de lo onírico cada idea toma su vida y la baila a su compás. Los límites se tornan difusos y rehuyen a la verdad, es que los dos sabemos, con tal de no afrontar, a veces es más fácil soñar y no pensar.  Pero ¿qué deseo está dominando nuestras noches, las indiferencias y las sutilezas? En dónde mu