Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2015

Las tres palabras más difíciles

Hola, me llamo Guadalupe Rocío y no quiero todo con vos. Quiero sólo las cosas lindas, como leer juntos cosas distintas, cocinar solos, de a uno, porque mesada pequeña. porque monoambiente porque AT; larvear horas y horas y que el mundo afuera se detenga, o explote, o vengan extraterrestres... no, para, seguro vos querrías ir a verlos. Quiero bicicletear a algún lugar y tomar mate dulce, porque todo muy hippie all the time; conocer restó (?) vegetarianos, porque ese es tu lado aristocrático y ver banditas under, indie, what ever, en algún lado. Quiero viajar con vos por cada rincón del mundo y llevar muchas cremas en mi mochila porque lado minita; conocer el lugar donde creciste, que quieras mostrarme y también soñar, planear juntos... sin paniquear; ver, pensar, conocer tu familia, mi familia, tus amigos, mis amigos, mi banda, tu banda, vos, yo y nosotros. Quiero esperarte después de que hagas alguna de esas cosas en dos ruedas que parecen una gran sublimación, quiero que me esperes
Imagen
Viste boluda, tengo que ir hasta el otro lado del mundo a votar. Con lo que me pesa el cuerpo, el alma, la culpa y la mochila que me revolearon, encima de eso, tengo que ir hasta el otro lado del conurbano. A votar al próximo forro que nos va a estafar. Claro, para ella es fácil decir que sacate la mochila, y bla. Pero ¿quién te enseña a ser indiferente? ¿Hay un curso gratuito, online o algo así para aprender eso? Viste que hay gente a la que eso le resulta natural. Tienen un ombligo yoico (?). Pero a mi no me sale, y es un bajón, porque terminas dando vueltas sobre lo mismo, old the time.  Que si yo puedo, que si tengo, que si yo quiero, que si él quiere, que si él puede...  "Te comprás un libro, un par de zapatos, te comprás inyecciones de calma.  Perdés el hilo, te quedas en blanco, algo estalla y no hay salida de ese momento.  Te comprás un sueño, te compras un duelo para no llorar(lo) tanto. Jugas mal las cartas, no hay vida ni alma, perdes la esperanza mientras perdes

Ni

"Alguien en bicicleta casi me lleva puesta y, vaya paradoja, mi paciente me avisó. Se ve que mi inconsciente seguía trabajando porque además de ir colgada de algún sauce, también pensé en vos. Un momento, un segundo, imperceptible. Resuena el murmullo del subte en el túnel, vacío, haciendo eco. El chico de remera blanca mira su celular y sonríe. A su lado, una joven lee algunos apuntes. Más a la derecha, una señora de anteojos me mira. Yo desvío los ojos, hacia algún otro rincón de mi mente. A mi izquierda, una chica cabecea, cansada, agotada. Yo los miro y no los veo, no veo nada, suspendida en algún momento, en algún pensamiento y sensación que no tiene siquiera una miserable descripción. En Humberto Primo sube más gente y aún hay vacíos, vacíos sin llenar. Es que siempre hay vacíos sin llenar. Excepto en la línea A. 'Ma, combine subte y no me perdí. Ya soy grande'. Y un dolor, un sueño desgarrador, una atroz combinación, el agotamiento, el tiempo que pasa y atormenta.

Trae tu sonrisa.

Imagen
Si me arranca la verdad, antes que la ropa.- Qué sé yo. Todo.