Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2014

El precio de la elección

"La ves, como es, los lentes, el pelo, ¡y el enigma de su piel!                       Ay, la veo, la sangre, el tartamudeo, las uñas y la luz verde en su cara. ¡Es la incógnita y la madurez! Ay, es sólo su piel, el perfume y la suavidad.                         Un poco de amor y matar la soledad, es una extensión del deseo, Hago fondo blanco con su voz, resuelvo el problema,                (¡No hay problema!) cuando está, si contagia su brillo,                  desarma mi estructura, llaman mi atención sus curvas.                  Corrompe mi eje sin malicia.                                      Me hace pensar. Me hace reír.                                     Me invita a vivir.    La veo, ¿la ves? Un manojo de nervios.                 Palabras, palabras everywhere!         Un rústico inglés.                Las cuatro paredes, el pasillo,               Cerrándose sobre los dos.       ¿Es? No sé. Ríe, me sonríe. ¡Vive! ¿Qué podés averiguar?            Unos años a

#Lunes

Imagen
  Más me acerco, más me gusta, ¡Hasta con los ojos cerrados! ¡Ay, ay, ay, ay, ay!

Hasta luego, Mati.

Imagen
No me digas adiós, sólo dame una mano y cantemos de nuevo otra vez,  que así la tristeza ya va a pasar. Mendoza, tierra luz. Te fuiste, Colo querido.  Me acuerdo de un recital, viendo a SLB, cuando no los conocía ni la madre. Me acuerdo de vos, de tu pelo, me acuerdo de vos, charlando conmigo el año pasado. Dicen que la muerte no tiene representación, dicen que no tiene lenguaje y yo creo que es cierto, porque hoy, en todo el día, no pude expresar qué se siente. Esta tarde, cuando llegué, el nudo en el pecho se hizo más fuerte y no hay manera de explicarlo. Mendoza desde hoy brilla un poco menos, es mucho más oscura, tiene una sombra más, es un poco menos linda. Adonde fuiste, Hermano, seguro estás alumbrando .  Que vos no estés hace de este mundo, un mundo peor. Yo no sé si serás un ángel desde hoy, una estrella o una flor, pero sea lo que sea, seguro es algo hermoso. En cada gira, en cada recital, en Cansado de Ser, en tu gente, ahí siempre vas a estar.  Nos vemos en e

Síntomas de un finde largo, episodio I.

Imagen
"No somos ni un poco originales. Somos la réplica apenas personalizada de la historia pensada por él, por ella, por aquellos, por muchos.  Estamos viajando a Bombay, y yo hasta ayer no sabía ni en qué lugar del mapa estaba. Vos seguro que no, ya por costumbre, pero yo no puedo dejar de mirar el cielo y la nada misma desde el avión, las luces de anda a saber qué ciudad allá abajo y las estrellas que parecen fugaces rodéandonos. Es tan indescifrable el caos del cual escapás, porque sé que debés estar huyendo de algo para hacer esto. No es que hayas preguntado, pero no quisiera que extrañes mi abrumadora sinceridad: yo estoy buscándome. Y me veo en el reflejo de tus ojos, y me hundo en ellos para verme desde fuera. Al caos tan violentamente naturalizado estoy jugándole un poco a la escondida, un poco a la muerte misma. Acepté el equilibrio entre el deseo y la resignación a ciertos objetos de amor cuando descubrí que mi vida no era cambiar la suya, no era prestarle mi energía a na

Hace calor.

Desde tus ojos se ve mucho más. "Escucho una voz, un ávido Superyó al oído susurrando "No". Y sinceramente , preferiría que se calle, que se mantenga en silencio... porque igualmente cuando la miro, esa voz, ese mandato no importa. ¿Alguien podría mirarla y no asombrarse? Con sus ojos como túneles profundos a una especie de más allá, con su piel multicolor. Y si la vieras, ¡si la escucharas hablar! A veces parece un stand up personificado, es ella tan especial, tan receptiva. Desvío la mirada cuando me mira, porque así de directa quizás un día me ponga entre la espada y la pared y yo no sepa para dónde correr. La prohibición tienta a cualquiera, y ahí estamos ella y yo, y viene y me provoca con sus pestañas, y me cuelga, me hiela delante de todos. Me invita hacia sí sin tabúes, me impulsa al delito con su cuerpo como imán, me capta y si alguna vez leyera mis ideas, no dudaríamos más, traspasa el límite social sin ninguna piedad y tal vez la casualidad nos cruce

Amor a la representación, Seminario IV.

"En automático, llamo al ascensor y marco la PB. Desearía que esto fuera más rápido porque tengo más ganas de volver a entrar que de estar bajando. Pero sé, sé la razón. Y creo en ella a pesar de todo. El simple hecho que no salgas a buscarme me da la razón, nos da la razón en este juego que preferimos no ganar, este empate tan asquerosamente romántico e irreal nos deja mejor a ambos, no lastima, no reclama, no requiere pérdidas ni ganancias. Creo que podría amar tu determinación, tu simpleza y relatividad si todo esto fuese verdad, sé que podríamos superar el prejuicio y la marginalidad. Pero ni vos ni yo queremos hacerlo, así que salgo de esta pila de pisos minimalistas en busca de otro motivo para continuar con mi vida entre taxis y semáforos, puestos de diario y vendedores de café. Sale mi cuerpo de la materialidad y flota hasta tu ventana. Te observa atentamente, se deslumbra con tu presencia, contagia entusiasmo, grita de pasión. Y entonces pienso, esa lentitud al mover

La interacción paralizando el mundo, Seminario III.

Vamos despacio para encontrarnos. "No sé cómo, no recuerdo absolutamente nada y perdí la noción del tiempo en tu risa y en tu espalda, pero me despierto una vez más mirando el techo en un fantástico sommier. Creo que entre giros y botellas llegamos juntos a tu departamento; creo que tus ojos son como un alud de emociones y yo no puedo dejar de leerlas, como cuando no podés soltar un libro, como cuando hipnotiza tu manera de hablar.  Reconozco mi quietud interior y creo que se parece a la calma en el campo, entre el sol y el pasto. Supongo que no es la primera vez que amanezco acá pero no puedo recordar nada que haya pasado antes de este momento. Sólo tengo sensaciones, instintos que aseguran que esta paz no es inventada. Y a mi básico instinto de supervivencia que grita que este es un gran momento para desayunar.  El pasillo y la pintura blanca dan un aire minimalista... Un departamento minimalista... y entonces crece en mí y me invade la certeza de reconocer tu alacena, la

Uruguay.

Imagen
Encontré un lugar detenido en el tiempo y entre adoquines y salitre decidí inmortalizar el momento. Encontré un lugar donde la sal no seca, donde las flores vuelan y la ausencia no atormenta. Encontré una razón y una respuesta y en medio del río me di cuenta que tenía preguntas nuevas. Descubrí en el reflejo un inicio de compresión. Viajando y compartiendo, caminando por la costanera, un poco entre lluvia, un poco entre niebla, yo creo que eso debe ser la paz. Y si no lo es, no tengo la menor idea dónde está. Pero nunca me voy a cansar de buscar. Quizás un día volverás a ver cómo es,  disfrutarás como cuando recién sabés.  No alcanzaran a lastimarte otra vez,  ¡y te siguiera para nunca más volver!