Have some fire. Be unstoppable. Be better than anyone here and don't give a damn what anyone thinks.

"Un día en un avión, sobre el Atlántico hacia Europa, se acerco despacio y decidido, le dijo: Yo no sé quién sos, yo no sé cómo sos. Sé tu nombre y poco más, ¡no sé siquiera tu edad! Conozco tu emoción, algún que otro rasgo de tu motivación. No sé nada de tus pasatiempos, de tus deseos, ¡no sé siquiera tu color preferido! Me recordás a alguien y no sé a quién, me generás un no sé qué indefinido de mezclas, sensaciones de temor, de dolor, y cuándo no, de amor. Yo no sé quién sos, pero estás acá a mi lado evocando mi pasado, haciéndome reflexionar. Y a través de la cotidianidad que nos une, espero que sepas decirme ¿quién soy yo para vos? Puedo ser una compañera de salita roja, puedo ser una colega más, y en el transcurso de este viaje, puedo ser yo si vos querés.  Me persigue el determinismo físico cuando inclino mi cuerpo hacia vos, ni el contexto ni la ley pueden contra mi principio de placer; y todo esto y más, ¡sin siquiera saber tu segundo nombre! No somos tan extraños si n

(Con tu séquito de locos apuntándome al pescuezo). Y al destino el desatino l o sorprende a carcajadas  Con la luna lo hubo todo y  amanezco así sin nada,   Cómo puedo traducir l a frustración a las palabras,  Que se lo pierda por gil! "Karma le dicen.  Ey, ¿qué decís? ¿cómo andás? Sabés, dirás, tantos años después, sos una aguda incitación sexual. ¿Te contaron? Repetís un patrón! Hoy descubrí, comparé y definí: es tu voz, tu pelo y tu espalda (oh, tu espalda). Es tu enigmática manera de existir. Y maravillosamente, já, sos la vuelta del boomerang, las cuerdas y al cuello las marcas, la curiosidad y la duda, el ego alto, ¿y qué? Quizás, al final, sirvas como asesino al ideal, quizás, tal vez, yo aniquile tus fantasías y raspe mi cara con tu piel. Es irónica la situación, las características de la atracción que durmió en mi colchón y con los años, se potenció. Una foto, unos viajes ¿y qué más? Será posiblemente, una excusa el PSA.  Con todo el bosque que te regalé estás ata

"Sé que estás ahí, te veo y respiro el mismo aire que vos. Te veo suspirar, te observo parpadear, la mirada atenta en algo que no logro definir. Sé que estás ahí, mirando algo que no alcanzo a entender, sos un misterio rebosante de adrenalina, de emociones positivas sólo basadas en detalles empáticos, pero oh, ¿qué puedo decirte? Quizás el amor sea un poco de eso.  Te sigo mirando, pendiente de cada movimiento, tu pecho que juega al sube y baja, tu pelo enmarañado y tus manos, tan diferentes, casi ásperas. Pero hay algo hipnotizante en tu manera de mirar. No son tus ojos, comúnmente marrones, sino el cómo miran esos ojos. Existe tan poca gente capaz de reír con los ojos... y quién diría que yo me hipnotizaría con esos marrones, normales, comunes, ordinarios ojos tuyos.  Justo detrás, justo después de ese momento, me veo como por fuera, y me pregunto '¿Cuáles serán tus fantasmas? ¿Cuáles serán tus héroes?' Sólo somos seres buscando la amabilidad, sólo somos humanos admit

"Entonces, cada uno puede tener un rasgo más de acá, otro más de allá, y así ir sumando y alcanzar dimensiones psí, neuróticas, psicóticas o perversas. Es diferente a tener esas estructuras psicóticas, neuróticas o perversas. Ahora bien, hay psicosis que nunca se disparan ("Mataría por un café..."), neurosis que quizás permanezcan ocultas siempre y perversiones que nunca dominen. Pero decime, ¿no da un poquito de curiosidad? Podrías ser un Einstein en potencia, un obsesivo atrapado en el placard o un fetichista de las medias rayadas! Creo que la estructura en sí no define quién es cada quien, pero seguramente sume bastante. ¿Nunca tuviste un sueño medio extraño? ¿Una fantasía terriblemente oculta, inconfesable hasta al mas liberal? ¿Un deseo violento, asesino? ¿O siquiera unas voces susurrantes, palabras o frases al oído? Quizás, tal vez, análisis de por medio, se pueda averiguar si vas a escuchar voces toda la vida, a pisar solamente baldosas rojas hasta el fin o a exci

"Yo sé que lo que llama la atención es un ideal buscado, que en su voz se vuelve real y toma nombre y apellido.  Yo sé que existen años luz entre ideal y real, y qué más peligroso puede ser que atribuirle a alguien el estatuto deseado (y no comprobado).  Yo sé que su voz, sus palabras arrastradas, yo sé que su físico -su espalda-, yo sé que su manera de hablar, rebotan hacia mi como un boomerang del karma, de un ideal inalcanzable que induce al Yo a seguir buscando, avanzar y cambiar, siempre intentando.  Pero también sé que debemos ser capaces de buscar (y alcanzar) un real, porque el ideal no existe, es un mundo separado, platónicamente configurado para ser imposible. Entonces, sus palabras, su espalda, y todos los indicios que encausan mi postura y mis gestos hacia su cuerpo, en algún momento morirán, para ser sustituidos por otro ideal. O bien podrían ser canjeados por un real, un real con ganas de viajar, dispuesto a encontrar, a leer, a compartir. A vivir soñando