Have some fire. Be unstoppable. Be better than anyone here and don't give a damn what anyone thinks.

Que si yo no miento cuando digo que vivo por ellos. Presentaron sus temas nuevos. Dos. Sigo basando mi vida en su voz. Sigo caminando por escuchar su canción. Es inmensamente hermoso, es hermosamente inexplicable. Cada nota, cada partitura, cada acorde, cada momento vivido, sólo existimos vos y yo, tu cantar y mi escuchar. Mi gratitud no alcanza para demostrarte lo que me das, para hacerte saber, hacerte conocer, toda la felicidad que me brindás. De noches que habré tenido, de sensaciones que me habrán partido, cuando presentaron “Siento”, el corazón se me salía del pecho. De sonrisas puras, verdaderas, inmensas, que mi cara sintió la que más recuerda, la más mágica, es la que comparte con vos. De mis días, de los viajes largos que habremos pasado, la soledad no existe si viajas conmigo, que nada está mal cuando hay fecha de encuentro, que todo se puede arreglar, mientras vos no dejes de tocar. Mi vida es vida porque te escuchó alguna vez, mi vida sigue porqu

Iba caminando por la noche con su desgano sobre la espalda, con su cuerpo diciendo basta. Recorría las oscuras calles de la ciudad con aire perdido y sin camino. Dejaba vagar sus pensamientos a dimensiones intangibles, otorgaba la libertad a su modo de sentir. Sin límites de moral escarbaba en su corazón, sin que su mente disimule ninguna sensación. Observaba la peligrosidad de las siniestras calles, cada paso que daba era la gloria de la suerte encima de su cabeza. Caía la crueldad, se dibujaban los contornos del miedo, de ámbitos no éticos, de mujeres, de niños, de desconocidos. Entre ellos sentía la inmensa alegría de no ser conocido, de poder ser libre. Sin escrúpulos, con su pureza a flor de piel. La rareza de la situación, con las estrellas todas en el cielo, pero como apagadas, con las luces de los faroles, reflejándose amarillentas sobre la vereda, con sus vidrios empañados dejando lugar a neblina que escondía sus misterios entre nubes de cigarros y el lejano ruido de los a

Quizás, tal vez, yo sólo sea una muñeca más Para tus juegos, para tus escritos de papel. Y el faro se va apagando... Cómo podía saber, cómo podía poder, descifrar y averiguar de qué manera veía él la verdad. En cuál de todas las contradicciones que le daba radicaba oculta y serena esa veracidad perdida, esa certeza que había tenido. O había creído tener. Cómo llegar a un punto de conclusión cuándo se tergiversaban las ideas a lo largo del tiempo, cuando parecía cambiar de afecto tan seguido y sin aparente motivo. Cómo hacer para canalizar tantas sensaciones, cómo hacer para no navegar en tentaciones, en un mundo irreal, no fantasear con un mundo ideal, cuando el de acá estaba tan lleno de interrogaciones que no se podía mirar. Si su cariño establecía censuras, prohibiciones a las preguntas, si los errores tenían precio, a esta altura y sin crédito no sabía si quería pagar por ellos. Verdaderamente no importaba qué le pa

Que días tan cambiantes, que momentos tan diferentes, que días cargados de ironía, que momentos tan ambiguos. Examinando su vida desde fuera, visto como desde arriba, observando sus propias acciones, sus palabras, las situaciones. De a ratos alejaba su mente del contexto, viajaba constante por un camino que no es de tierra y se divertía ampliando recuerdos indestructibles que abarcaban su sonrisa. Que paradoja tan grande los contrastes de esta vida, que te rompe, que te quiebra, que te da hileras puras en que perderte, que te promete, que te ayuda. Que cruel tanta mentira, cuando se ve desde arriba. Que ambigüedad de ser tan lindo, tan real y tan mágico mirar tu cara cuando está iluminada. Y es que obnubilan tus ojos con el brillo que mantienen cuando fijan la mirada y no la mueven. Que incongruente tanta diferencia entre los días que se transcurren y los estados de tu vida, que sensación tan confusa la de perderlo todo de a momentos y sentir el paraíso a tus pies cuando querés. Fa

De pronto le surgió un compromiso, uno muy importante al que no podía faltar. Se levantó, avisó a los presentes que en un rato regresaba, intentando que su voz sonará lo más normal posible sin que un atisbo de su agraviado interior se hiciera notorio y arruinara toda la farsa. Era imprescindible que lograse salir de ahí. Debía encontrar la forma de escapar de aquella estándar reunión pero que le sentaba tan mal. Todas sus ideas se basaban en una excusa, la del compromiso impostergable, y esa tenía todas las fichas. Necesariamente tenía que funcionar. Al fin, después de todo el circo del “hasta luego”, logró incorporarse, evitando que el temblor de sus piernas se hiciera evidente, y disfrazando su rostro con la útil máscara de la despreocupación. Caminó y cuando dejó a su espalda a todo el irónico grupo que en conjunto le provocaba tanto daño, cuando ellos estaban detrás suyo, tiró todo el encanto falso al pasto y dejó que su cara se embriagara de su propia naturaleza. No tenía se

Hay pocos entre nosotros que no se hayan despertado algunas veces antes del alba, después de una de esas noches sin sueños que nos hacen casi enamorados de la muerte, o de una de esas noches de horror y alegría informe , cuando a través de las cedillas del cerebro se deslizan fantasmas más terribles que la misma realidad , impulsados por esa vida intensa que se esconde en todo lo grotesco, y que presta al arte gótico su paciente vitalidad ya que este arte es, pudiera imaginarse, especialmente, el arte de aquellos cuya mente ha sido turbada por la enfermedad de la rêverie. Gradualmente, unos dedos blancos trepan por los cortinajes, que parecen temblar. Bajo negras formas fantásticas, sombras mudas reptan por los rincones de la habitación y allí se agazapan. Afuera, en el bullicio de los pájaros entre las hojas, el paso de los obreros dirigiéndose a su trabajo, o los suspiros y sollozos del viento que sopla y vaga alrededor de la casa silenciosa, cual si temiese despertar a los durm

Quizás en una de esas tardes insospechadas, deambulando por calles poco recomendadas, por avenidas transitadas, por atajos invisibles, quizás, cuando mi mente estaba volando , lejos de este planeta, vagando por las estrellas y tratando de olvidar los males de la Tierra , se hizo amigo de una estrella y ahí se quedó. No me puedo quejar, aunque no sea yo quien lo maltrata. Tal vez haya encontrado compañía, alguien agradable con quien estar, tal vez, sonrió en pleno y se quiso quedar. Tal vez, yo no lo supe cuidar, acaso se hartó de la gente mala que no sabe apreciar, acaso se cansó de tanto desprecio, y tan triste se fue a volar. Quién sabe de dónde sacó sus alas... de yo saberlo lo hubiera previsto y lo hubiera evitado... Quién sabe dónde anda escondido ahora, sin que lo quieran encontrar, repleto de belleza pero rebosante de miedo, sin que lo descubran y temeroso de volver a sangrar. Quizá el que lo encontró entendió un poco de su locura natural y no la juzgó. Quizá

Me duele todo el cuerpo... como si hubiese ido caminando a Luján ida y vuelta unas cinco veces seguidas. O supongo que algo así, porque nunca fui caminando a Luján. Como si las extremidades no me funcionaran, como si pesaran de más, fuesen de algún metal pesado que corre por mis venas. Y eso que dormí todo el día. Debería estar haber estudiado geografía, el sector secundario carece de importancia en cuanto a mi respecta... Estoy buscando algo... a ver... Odiaría que hagan preguntas al respecto. Lo encontré, fue para tu cumpleaños, de este año. Toda la valentía para seguir caminando, siempre mirando hacia delante, toda la protección a una niña y a una mujer. En tus ojos veo el trasfondo de una persona llena de humildad, con errores como los demás, llena de honor y nobleza, y rebalsante en amor como esas fuentes que nunca dejan de sacar agua de algún lugar. Creciendo a la par, de una u otra forma, pero creciendo igual, enseñando y demostrando, toda la fuerza de vo

• Hoy todos somos lo que somos Y lo que alguna vez fuimos . No se dan una idea del enfermante dolor de cabeza que tengo. Es sábado a la noche, y no es que yo sea una amante de noche, pero estaría mejor andar por algún lado que sentirme con las extremidades de plomo, la cabeza inflamada y las amígdalas hinchadas. Ésta tarde pase por un viejo lugar para experimentar de nuevo algunas sensaciones que se extrañaban. Ese encanto que irradia esa gente única. Esa magia que no se pierde a pesar del paso inevitable del tiempo. Son emociones incalificables, sentimientos que nadie, salvo los propios partícipes, tienen la capacidad para entender. Esa especie de armonía que se desparrama, que se contagia... Es tan lindo volver a verlos. Mis neuronas se quejan de la música estridente y se relajan con algo más tranquilo. Ésta canción es hermosa, y mis oídos la saben apreciar. Molly Smiles Daddy's little girl paints the world with her magic wan

Que ironías todas éstas cosas de la vida. Que paradoja tan hermosa las contradicciones de ésta clase. Que lindas las casualidades temporales que se destacan después de eso que fue tanta angustia y ahora resalta como t an sublime y delicada alegría. Eso de opuestos y contrastes, después de tanta agonía perdida que lindo que es sentir una vaga ilusión sin motivo y tan mágica que es capaz de dejar sin brillo a las estrellas que sólo brillan por la luz que irradia tu sonrisa. A las palabras se las lleva el viento pero a ésta alegría soñadora carente de fundamento entendibles sólo la desmenuza el tiempo, pero ahora que importa todo eso si es tan lindo leerte después de tanto desvelo. Que locura ciclotímica debe rellenar mis glándulas, mis poros y surcar mi cuerpo junto a mi sangre para poder subir y bajar, bajar más y subir mucho, muy alto tan así mi estado de ánimo. Que belleza tan quimérica, que realidad tan ficticia, que momento tan radiante, que imaginación tan perversa, tan via