Esa risa que es tan ilegal ♪ .

Que días tan cambiantes, que momentos tan diferentes, que días cargados de ironía, que momentos tan ambiguos. Examinando su vida desde fuera, visto como desde arriba, observando sus propias acciones, sus palabras, las situaciones. De a ratos alejaba su mente del contexto, viajaba constante por un camino que no es de tierra y se divertía ampliando recuerdos indestructibles que abarcaban su sonrisa. Que paradoja tan grande los contrastes de esta vida, que te rompe, que te quiebra, que te da hileras puras en que perderte, que te promete, que te ayuda. Que cruel tanta mentira, cuando se ve desde arriba. Que ambigüedad de ser tan lindo, tan real y tan mágico mirar tu cara cuando está iluminada. Y es que obnubilan tus ojos con el brillo que mantienen cuando fijan la mirada y no la mueven. Que incongruente tanta diferencia entre los días que se transcurren y los estados de tu vida, que sensación tan confusa la de perderlo todo de a momentos y sentir el paraíso a tus pies cuando querés. Fantasía tan extraña la de volver a creer. Que cambiante, que irritablemente cambiante puede resultar tal diferencia tan cerca. ¿Cuántos recuerdos puede guardar tu mente? que no profane el alrededor, que sepan servirte de soporte cuando se apaga la luz, y la sonrisa se va. Y no quiere regresar. Y la magia se pierde y los momentos vuelven a cambiar, y la paradoja vive de tu desencanto en tu presente cornisa. Se hace fuerte de tanto riesgo presente, de tanta demencia creciente. Y antes de volver a la realidad, antes de bajar tu mente de las nubes, vale la pena poder pensar, que locura tan divina, el poder dejar esas cosas de lado momentáneamente y sonreír, sólo sonreír.