Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2015

Reflexiones de un análisis

Imagen
"¿Sentiste esa angustia maquiavélica alguna vez? El tiempo se congela transformándose en un eterno silencio. Ni llanto, ni dolor, ni ira, mucho menos pasión, sino, quizás, cierta desolación, cierta indiferencia para con todo acontecimiento.  ¿Quiero una casa, un microondas y unas plantas en macetas pintadas? ¿Quiero un trabajo estable, un libro los martes y una película los viernes? ¿Ensalada por las noches y pastas los domingos? Siento a la cultura violenta y al capitalismo feroz imponiendo sobre mí sus ideales de lo que debería ser lo que yo quiero hacer. Los siento colonizando mi singularidad, acechando en cada oportunidad para demostrar qué es lo que hay que querer. ¿Quiero una computadora más veloz, un jean Levis, unos anteojos Infinit? ¿Quiero quedarme en esta sucia, hostil y abrumadora Capital? Pelear, intentar, brindar mi tiempo, mis ganas ¿por qué? Luchar por una sociedad mejor, porque la utopía mueve al mundo.  ¿Realmente quiero un día a día, de lunes a viernes laboral,

Cartas a un analista - Libro II

"Vos, como mi analista, decis que trabaje mi pulsión de muerte, que ya es un avance saber qué es, tenerla recortada. Aunque unas papas fritas la impulsan a dominar el mundo, mi mundo, cual Pinky y Cerebro. Así de obstinada es. Una forra. También decís qeue es normal que pase por una secuencia angustiante de deja-vu.  Lo que no sabés, aunque tal vez lo supones, es que una mañana me levanté, me vestí, me miré cara a cara con la pulsión y, no te diría que le gané, pero bueno, un empate me parece justo. Claro que eso no pasó sin que ese instinto de supervivencia que me agarró en el colectivo, una especie de impulso casi indomable de correr exactamente hacia el lado opuesto apareciera a decir "Buenas, tanto tiempo". Porque miedo, terror. Pura y exclusivamente mío. Entendible, según vos. Yo estaba hecho una  pelotuda mirando el placard sin ninguna jodida idea. Ninguna. Y no sé cómo, al rato no sé si fue por inercia o por algún mecanismo oculto dentro mío, subí al colectivo y