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Mostrando entradas de enero, 2016
Más sabes del mundo, más te lastima. "-Y no sé boluda, no sé. Yo que vos no le daría tantas vueltas viste, como que fue tiró esa en ese momento, en caliente capaz. -Sí, puede ser. Pero ni da. Y fijate que siempre es algo más de género. -¿Por? -Y porque sí, ¿cuántas veces escuchaste que le dicen eso a un flaco? ¡Ninguna! Y o sea, son emociones, sentimientos, qué carajo importan cómo son los genitales del portador boluda, siempre es medio un mundo del orto donde quedas re vulnerable. -El otro día con unos amigos hablábamos de los judíos. Si sos judío ponele, y te tiran que 'Yo vengo de familia de alemanes'. capaz quedás a la defensiva, y es un tema tuyo, onda, no proyectes, pero esta humanidad extraña generó eso. Años luz de la comparación, ya sé, pero a muchas minas también les pasa eso, de sentirse vulnerables, quizás ponerse a la defensiva. ¿Por qué está aceptado que un chabon te diga o gesticule lo que se le antoje el orto en tu cara? Lo hace una mujer y es re gro

Cartas a otro analista

"Si le damos la vuelta al mundo por todos los trópicos y los meridianos yo sería aún más feliz, pensé una vez en una cita en un bar. Y aunque quizás todo era una fantasía en mi cabeza era real, era verdad. Si fuéramos capaces de dominar el tiempo, incluso nos angustiaría la rutina, el día a día y también, claro, la vida misma, la esperanza de aprender alguna vez que el tiempo no todo lo cura y ni el amor todo lo puede; que la verdad cruza las calles de la honestidad y la crueldad; que a confiar y a temer también se aprende, ¿si no apostas? claro, también puede salir mal. Y que el trabajo es una decisión, que vivir es decidir, y ¿de qué extremo de este sistema atroz querés estar? Escalas en la jerarquía de un mundo que mira para abajo con desprecio y para arriba con envidia, ¿adónde querés llegar?   ¿Yo? Yo quiero viajar. Y si en ese cuento el tiempo es una oportunidad, el fuego se apaga y muere, y mueren todos en mi inconsciente, y que qué hacemos con el tiempo cuando elegimos c

Ramas

Si prestas atención, al atardecer cuando éste lado del mundo comienza a bajar la marcha, podes escuchar muchos sonidos: los pájaros que discuten entre ellos qué cenar o adónde ir a pasear, el grillo que canta todo el día, el viento mismo entre las hojas de los montones de árboles que hay acá, el gallo cada tanto que llama a quién sabe quién para preguntarle por qué él no puede volar, la lancha de pasajeros que surca el río y el oleaje que acompaña y también esta tarde más temprano las gotas de la lluvia de verano cayendo suave sobre el barro. Suelo pensar, quizás a veces un poco de más, cuando estoy sola y el tiempo parece inmenso, suelo pensar que cómo y por qué soy un poco como soy. Que le tengo miedo a las cucarachas voladoras y a las no voladoras también. Que prefiero el té o el café al mate, y el mate dulce al amargo. Que quisiera viajar más que trabajar,  leer más que estudiar, recorrer tantos lugares del mundo como soy capaz de nombrar,  ¡y más! Que me gusta mucho más la m
Es 1 de enero y estás durmiendo al lado mío, profundamente. Yo me desperté por un sueño horrible y ahora estoy un poco captada por el sonido de la lluvia que cae en mi patio. Llueve y es todo una burbuja como aquel miércoles gris. Me gusta cuando, medio dormido me buscas para abrazarme (o eso interpreto yo al menos) y con los ojos todavía cerrados te despertas muy despacio.  Y después te volvés a dormir. Me gusta porque entro en un brazo tuyo de esos que dan los mejores abrazos del mundo, la cabeza me queda a la altura de tu pecho y yo te escucho latir y siento tu sube y baja al respirar. Me gusta que hayamos tenido sensaciones de irrealidad porque quizás eso explica lo importante que es haber elegido empezar esta manera aleatoria de contar de nuevo desde cero con vos. Recién te diste vuelta y me abrazaste después de leer un mensaje de texto. Me abrazaste con un brazo y una pierna, me preguntaste de que me río y te volviste a quedar dormido. Creo que afuera ya no llueve y que yo