Fantásmas climáticos.
Diluvia y Enero está terminando, y no sé en qué momento pasaron estos últimos 30 días, si ayer era año nuevo y la semana pasada vino Papá Noel. Sigue diluviando, y brillan mis uñas sobre las letras del teclado, cae la lluvia muy pareja sobre el techo de la quinta de al lado y agrega un sonido más a está pesada atmósfera ambiental, que gracias si deja respirar, amaga con relampaguear, tronar y hacer vibrar aunque sólo son unas cuantas gotas más, que mañana ya no vas a recordar. Se va a humedecer la tierra, se tornará todo un poco más gris, y quizás esté el clima un poco menos agobiante, o quizás no, y el sol siga siendo implacable y te cocine a fuego lento todo el día. Quizás entre diluvios y sol, frío y calor, cierre este círculo de la mentira que nos atrapó, nos gozó, y callado, sutil e inocente nos alejó. Tal vez, vuelva a sentir la misma pasión, ese emoción dinámica dentro que me llevaba hasta vos, por rutas, caminos y calles intransitables, hasta los más recónditos lugares sólo por