Cada vez que digo o pienso el 'me siento sola' se me hace un nudo enorme en la garganta, me tiembla el labio, me vuelvo una especie de gotero de sales, me cuesta respirar, siento que se me bloquean los oídos y de golpe cierro los ojos y todo es peor. Porque siento que es real, que es cierto, que de verdad es así. Y pienso. Cómo no va a ser así. Semanas en cama. Nadie tocó la puerta con ninguna intención de 'Vengo a verla a Guada'. Parciales, trabajo, problemas. Puedo llegar a entender a todo el mundo. Fueron unos veinte días. VEINTE. Encerrada entre cuatro paredes. V E I N T E. Y la distancia que no ayuda, complejo #1. ¿Quién va a viajar? ¿Quién va a venir un momento sólo porque yo estoy así? Maten a los vecinos que no paran de gritar. Necesito mudarme. Nadie. Nadie nadie nadie. Supongo que voy a ver películas, a leer, a comer, a ir al gimnasio, a dormir, a pensar, a escribir. Actividades unipersonales. Oqei, debería tratar esto. (Parece que sube mamá a saludarme. Momento crítico...). Decía. A ver, Guada, calmate cinco minutos. Nono, no hay chance. Qué calmate ni qué calmate. Que alguien demuestre lo contrario en todo caso. 


Bueno. Síntomas. Síntomas todo el día.

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