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Mostrando entradas de octubre, 2010

Donde sólo el que siente me podría ver.

¿Hay alguna forma de explicarlo? ¿Hay alguna manera racional de entenderlo? No sé, yo no la encuentro. Apenas si puedo poner en palabras qué siento, cómo lo siento, como para pretender por qué. Sé que aparecieron en mi vida de pura casualidad, y yo me quedé con una frase en la cabeza durante días. Después, la busqué en Internet y descubrí su página. “En esa época” se podían escuchar fragmentos de las canciones, y yo antes de ir a jugar al básquet no me sacaba los auriculares y llegaba a entrenar con los minutos contados para cambiarme y correr. Sé que el día que suspendieron un recital (con entrada en mano) fue tristísimo. Por Dio’, que mal que me sentía ese día. Que pocas ganas de cualquier cosa. Que banda de mierda que me hacía sentir así. Pero no tiene nombre la felicidad, la incredulidad de mis amigos el día del primer recital. “¿A dónde vas?”, preguntaban. No entendían nada. Y siguen sin entenderlo, cosas de la vida. Que bien la pasé. Después de eso, un torrente de emociones no pa

Entonces.

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Que funcione o no , que esté bien o mal,   vivirlo con vos para mí es la gloria. Entonces, después de tantas críticas, de tantos errores, de tantos baches en la ruta, después y después, y qué poco sentido de previsión tuvimos, llegué a la conclusión que sólo importa experimentarlo, sentirlo, vivirlo. Que se tiren del enésimo balcón de su mentira si son capaces de decir que está mal. Por qué, si sonríe, si vive, si cree, si siente. Si respira un aire mucho más puro, en un mundo mucho más pequeño, en Venus podríamos, pero nos cocinaríamos del Sol, y qué pena, en Plutón no habría vida, no hay luz. Entonces, sólo nos queda compartir(lo) con aquellos que lo creen erróneo, y qué más da, si para mi, para vos, y para unos pocos más es un credo más ideal, más utópico... Una verdad que no es realidad, ¡y qué te metés! Para mí no hay nada mejor que vivir soñando, siempre despierto, siempre despierto. Gritamos una vez, que basta, que se acabo. Pero éramos tan pequeños... Era tan iluso

Está oscuro.

Necesito volver a vivir aquella calma.  Tengo un torrente imparable de sensaciones que me abrazan y presionan por dentro. Una mezcla un poco agria y un poco dulce, que me llena de alegría y hace relucir esa tristeza oculta.  Hubo muchos meses que dejé de sentir así, solamente eran momentos presentes, efusivos, efímeros. Terminaban dejando paso a otro igual de repentino. Olvidé todas las idas y venidas entre lo que era y lo que quería, dejé de caminar esos caminos frondosos y oscuros, luminosos, con claros, árboles, sueños, pesadillas, brujos, hadas, con cada ser mágico que pudiese crear, y que se espejaban en mí con sensaciones profundas, tan hondas como el mar y tan indescriptibles como lejanas las estrellas. Un día, quizás el reloj hizo un "tic" más fuerte y me despertó. Viví tan alocadamente como se pretende, sentí tan superficialmente como algunos, actué tan compulsivamente, y pedí tanto... No recuerdo un sólo momento que haya quedado guardado en mí de todos esos dí