Donde sólo el que siente me podría ver.

¿Hay alguna forma de explicarlo? ¿Hay alguna manera racional de entenderlo? No sé, yo no la encuentro. Apenas si puedo poner en palabras qué siento, cómo lo siento, como para pretender por qué.
Sé que aparecieron en mi vida de pura casualidad, y yo me quedé con una frase en la cabeza durante días. Después, la busqué en Internet y descubrí su página. “En esa época” se podían escuchar fragmentos de las canciones, y yo antes de ir a jugar al básquet no me sacaba los auriculares y llegaba a entrenar con los minutos contados para cambiarme y correr.
Sé que el día que suspendieron un recital (con entrada en mano) fue tristísimo. Por Dio’, que mal que me sentía ese día. Que pocas ganas de cualquier cosa. Que banda de mierda que me hacía sentir así.
Pero no tiene nombre la felicidad, la incredulidad de mis amigos el día del primer recital. “¿A dónde vas?”, preguntaban. No entendían nada. Y siguen sin entenderlo, cosas de la vida. Que bien la pasé.
Después de eso, un torrente de emociones no pararon hasta el día de hoy. Las sensaciones, los sentimientos, hay una vertiente infinita de cosas que provocan en mí que hacen de cada día, un día un poco mejor.
¿Cómo explicarle a esa manga de incrédulos cómo es? No, es imposible. Lo tienen que sentir, lo tienen que vivir, les tiene que llegar al alma y hacerla tensionar, sonreír, llorar, gritar.
Todas relaciones amorosas pasan por momentos de crisis, decepciones, distanciamientos. Sí querido, nosotros también. Unos meses, después de un show, qué decepción. Que vacío sentí, nunca me había pasado que no cumplan ni la más mínima expectativa. Fue horrible. Pero para esa instancia ya tenía la entrada para el próximo recital... Decí que había toda una programación con amigos a la que no podía faltar. Qué loco, casi ninguno tenía ganas de ir... Mirá qué cosas, que ese fue uno de los mejores, de los más concisos, de los que más me hicieron reír y descargarme y salir totalmente feliz.
Sé que hay una magia en vos que me llega al pecho y me permite respirar cuando las cosas van mal, que me abraza y me mantiene en pie, que es una ilusión, un objetivo, un proyecto, siempre, siempre con tu nombre, que siempre hay algo tuyo que me moviliza. Me inunda de alegría, me hizo conocer gente que siente lo mismo, con la que pasé momentos espectaculares.
No existe nada sobre la tierra que pueda provocar en mí algo parecido.
Gracias, aunque es poco, por darme un razón para seguir adelante cuando no había ninguna, por dejarme sentir una magia tan especial, por dejarme conocer gente tan linda, por todo, banda de mi vida, gracias por hacerme tan feliz.

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