Está oscuro.

Necesito volver a vivir aquella calma. 
Tengo un torrente imparable de sensaciones que me abrazan y presionan por dentro. Una mezcla un poco agria y un poco dulce, que me llena de alegría y hace relucir esa tristeza oculta. 




Hubo muchos meses que dejé de sentir así, solamente eran momentos presentes, efusivos, efímeros. Terminaban dejando paso a otro igual de repentino. Olvidé todas las idas y venidas entre lo que era y lo que quería, dejé de caminar esos caminos frondosos y oscuros, luminosos, con claros, árboles, sueños, pesadillas, brujos, hadas, con cada ser mágico que pudiese crear, y que se espejaban en mí con sensaciones profundas, tan hondas como el mar y tan indescriptibles como lejanas las estrellas. Un día, quizás el reloj hizo un "tic" más fuerte y me despertó. Viví tan alocadamente como se pretende, sentí tan superficialmente como algunos, actué tan compulsivamente, y pedí tanto... No recuerdo un sólo momento que haya quedado guardado en mí de todos esos días. No sé. No sé qué hice, qué dejé de hacer, sé que no hice nada de lo que hoy creo que vale la pena. Porque estaba despierta. Suelo vivir rodeada de emociones, suelo ser una emoción distinta que respira con cada latido, suelo estar en contacto con la música, suele gustarme estar así. Suelo vivir media dormida, porque cada sensación que choca conmigo se siente más profundamente cuando estoy indefensa. Suelo pasarme la vida soñando, suelo pasarme la vida sonriendo con cada sueño. Hoy, una causalidad me volvió a dormir. Qué importa si el mundo intenta sacarme del ensueño, yo cierro los ojos y todo desaparece. Decidí que, con las fuerzas agotadas y los intentos acabados, lo único que puedo hacer es soñar, ya que esas cosas que me despiertan y me lastiman yo no las puedo cambiar. Mi barrita verde flúor como las que tienen los superhéroes de los videojuegos está decolorada, vacía, inerte. Tanta realidad superflua que sólo me despierta para obligaciones absurdas. Tanto material que no quiero, y lo que quiero no lo encuentro. Tantos ojos que no pueden ver, y tantos párpados que se cierran porque no quieren ver. Quiero vivir dormida para siempre porque no hay nada que me desvele lo suficiente como para soportar el contexto. Existen unas pequeñas cosas que sólo valen la pena, dejame soñar con ellas y despertarme cuando son reales. Mientras tanto, cerraré los ojos para que todo desaparezca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.