Crónicas Emocionales nivel Viernes.

"Un día en un avión, sobre el Atlántico hacia Europa, se acerco despacio y decidido, le dijo:
Yo no sé quién sos, yo no sé cómo sos. Sé tu nombre y poco más, ¡no sé siquiera tu edad! Conozco tu emoción, algún que otro rasgo de tu motivación. No sé nada de tus pasatiempos, de tus deseos, ¡no sé siquiera tu color preferido! Me recordás a alguien y no sé a quién, me generás un no sé qué indefinido de mezclas, sensaciones de temor, de dolor, y cuándo no, de amor. Yo no sé quién sos, pero estás acá a mi lado evocando mi pasado, haciéndome reflexionar. Y a través de la cotidianidad que nos une, espero que sepas decirme ¿quién soy yo para vos? Puedo ser una compañera de salita roja, puedo ser una colega más, y en el transcurso de este viaje, puedo ser yo si vos querés. 
Me persigue el determinismo físico cuando inclino mi cuerpo hacia vos, ni el contexto ni la ley pueden contra mi principio de placer; y todo esto y más, ¡sin siquiera saber tu segundo nombre!
No somos tan extraños si nos miramos desde este lado, vos estás acá buscando respuestas y yo estoy acá pero aprendiendo a preguntar; vos estás buscando un lugar para descansar y yo estoy necesitando despertar. Somos los reyes de la dicotomía existencial.
Y en este hipotético avión que nos lleva a Portugal, mientras veo las luces del mundo parpadear, mientras descubro tu ritmo al respirar, no puedo evitar sonreírte y afirmar: Sé tan poco de vos y eso me intriga, sé tan poco de vos y eso me provoca esta rebelde curiosidad, pero hay algo que sí sé, y es que somos mucho más que esto con que nos están midiendo, somos mucho más que dos seres humanos compartiendo un avión. 

Nos recibe el viejo continente con toda su paradoja: la crisis y la tecnología, la riqueza y la pobreza pero a la vuelta de la esquina, oculta, censurada, siempre pendiente del cuasi universal "Qué dirán". Estamos yendo a trabajar y por primera vez me retraso para verte caminar, con las valijas y el pasaporte, con la determinación en la expresión, desde este lado del mundo, dispuesto a develar otro misterio humano. 
Pero también a vos te estoy viendo transpirar cuando siento estar en otra dimensión, cuando sencillamente tus notas me transportan y me siento en paz. Tampoco sé nada de vos más que lo que me insinuaste en una lejana descripción, pero estás acá a mi lado entre abrir y cerrar de ojos, porque inevitablemente, también sos parte del patrón. 

Entre uno y otro representante está la solución, los parecidos físicos se preguntan en mi psique a quién, a quién estás evocando con tanta fuerza. Entre ellos que parecieran ser tan dispares está la respuesta a las preguntas, y la falta. La falta de un real. Estoy proyectando un deseo, idealizando, a tu pelo y a tu voz. A tu ropa y tus palabras, a tu manera de hablar. 
Te estoy perfeccionando a cada paso que doy, te estoy aniquilando la subjetividad, eliminando la chance de equivocarte, estoy desterrando del campo de la posibilidad a esa estúpida chance de decepcionar. Entonces, sólo me queda pedirte y perdirme perdón, porque desde este lado del mundo, desde este lado del mar, estoy matándote sin piedad."