Las tres palabras más difíciles

Hola, me llamo Guadalupe Rocío y no quiero todo con vos. Quiero sólo las cosas lindas, como leer juntos cosas distintas, cocinar solos, de a uno, porque mesada pequeña. porque monoambiente porque AT; larvear horas y horas y que el mundo afuera se detenga, o explote, o vengan extraterrestres... no, para, seguro vos querrías ir a verlos. Quiero bicicletear a algún lugar y tomar mate dulce, porque todo muy hippie all the time; conocer restó (?) vegetarianos, porque ese es tu lado aristocrático y ver banditas under, indie, what ever, en algún lado. Quiero viajar con vos por cada rincón del mundo y llevar muchas cremas en mi mochila porque lado minita; conocer el lugar donde creciste, que quieras mostrarme y también soñar, planear juntos... sin paniquear; ver, pensar, conocer tu familia, mi familia, tus amigos, mis amigos, mi banda, tu banda, vos, yo y nosotros.
Quiero esperarte después de que hagas alguna de esas cosas en dos ruedas que parecen una gran sublimación, quiero que me esperes cuando vuelvo de Groove, quiero abrazarte porque se siente algo muy movilizante saber que estás; que te quedes en mi almohada amaneciendo, que me prestes una remera de pijama, que no te importe si estoy despeinada; que prepares el desayuno de esa manera y no de otra, porque obsesión. Y no encuentro una sola canción de Iván que pueda explicarte el cómo y el por qué.
Mujeres tristes y hermosas, yo conozco una F en particular, mujeres especiales, sonrientes y amigables, pensantes y de izquierda, Dolina planteó una falsa dicotomía. No somos ni tan hermosas ni tan tristes, somos más reales que esa idea, ese ideal. A veces me acuerdo de ella cuando me pongo a pensar o a soñar.
Más pasto y menos llanto, afuera el mundo es un desastre, y así y todo, es algo increíble poder mirarte y pausar todo aquel caos. Guardo una foto en el corner de mi cabeza que da a Casa Amarilla de tu cara cuando estás medio dormido, más dormido que despierto; guardo y cajoneo un gif punzante de aquel dolor; un recuerdo lagunoso en mi mente sabe a te, pan con mermalada y un "nos vemos después"; y mi memoria episódica se acuerda de vos, de vos en un teórico, de vos en un sillón. 
La lluvia me moja y me ablanda el caparazón, es la lluvia más ácida de mi vida, es una historia vivida entre La Rioja y Urquiza. Y sale a caminar por el pasillo la miseria cizañera de los temores más profundos, se encuentra con un espejo y se mira sorprendida, desnuda y sin velos, no habla ni respira, está pensando en silencio que desear es arriesgar, enfrentar ese miedo hostil y confiar. 

Y no quiero todo eso angustiante que sé que hay ahí en la calle neurosis perpendicular a nosotros, todos esos montos enormes de dolor que demuestran ¿qué? que errar, soñar y reír es humano aunque yo a veces quiero reencarnar en colibrí; y sin embargo pienso que es necesario pasar por todo eso  (y más), porque no sos ideal, y yo amo que seas real.


Comentarios

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.