En un pecho bajo cero.
"'Sos un témpano'.
Yo no soy un témpano, yo no soy un cubito, yo...
Bueno, quizás sí soy un poco fría y ausente de idealizaciones y pretensiones. Quizás puede que tenga razón, pero su absurda inexistencia real y sus argumentos virtuales no tiene peso suficiente para hacerme replantear mis conceptos de cariño... O tal vez la crítica tenga peso per se, más allá de que sea su notificación la que lo charla. No es el único reproche que llega por esta sequedad.
Malísima su argumentación.
Y malísima mi defensa vía sublimación... ¿qué más puedo hacer? Hiel.
Amar amo a la banda de mi vida. Amar, amo mi carrera.
Amo contextos. Amo viajar.
¿Personas?
¿Qué clase de promesas baratas y absurdas sos capaz de brindar con tal de cambiar(me)?
Yo no quiero darle nada, gracias y demás que elijo darle tiempo.
El freezer de mi pecho sólo ama ideales y consciente de ello, muta de cuerpo en cuerpo, de nombre en nombre, de hombre en hombre capturando rasgos, facetas, figuras, irrumpiendo lo Real; sabiendo que jamás esa realidad podrá ser declarada culpable. Ajeno al juicio mismo, quizás sólo estemos haciendo turismo, viajantes añorando ausencias imposibles, pérdidas inevitables que sólo significan.
Apelamos a los narcóticos, a la imagen, al dolor, al desenfreno de un Ello recuperado, desafiante, adicto. Y ¿está buscando amor? No sería ni el primero ni el último en cometer ese horror. A los imposibles utópicos ideales inclino un cuerpo que no es el mío. Y eso no es amor, el consciente reemplazo de figuras parecidas, late, late, late, late, figuritas en la primaria cual álbum del mundial 2002.
Que lata en vos esa curiosidad, las necesidad de significar. Yo no tengo espalda para seducir contra la pared.
Yo no soy un témpano. Yo... sólo soy una constante transformación.-"
Yo no soy un témpano, yo no soy un cubito, yo...
Bueno, quizás sí soy un poco fría y ausente de idealizaciones y pretensiones. Quizás puede que tenga razón, pero su absurda inexistencia real y sus argumentos virtuales no tiene peso suficiente para hacerme replantear mis conceptos de cariño... O tal vez la crítica tenga peso per se, más allá de que sea su notificación la que lo charla. No es el único reproche que llega por esta sequedad.
Malísima su argumentación.
Y malísima mi defensa vía sublimación... ¿qué más puedo hacer? Hiel.
Amar amo a la banda de mi vida. Amar, amo mi carrera.
Amo contextos. Amo viajar.
¿Personas?
¿Qué clase de promesas baratas y absurdas sos capaz de brindar con tal de cambiar(me)?
Yo no quiero darle nada, gracias y demás que elijo darle tiempo.
El freezer de mi pecho sólo ama ideales y consciente de ello, muta de cuerpo en cuerpo, de nombre en nombre, de hombre en hombre capturando rasgos, facetas, figuras, irrumpiendo lo Real; sabiendo que jamás esa realidad podrá ser declarada culpable. Ajeno al juicio mismo, quizás sólo estemos haciendo turismo, viajantes añorando ausencias imposibles, pérdidas inevitables que sólo significan.
Apelamos a los narcóticos, a la imagen, al dolor, al desenfreno de un Ello recuperado, desafiante, adicto. Y ¿está buscando amor? No sería ni el primero ni el último en cometer ese horror. A los imposibles utópicos ideales inclino un cuerpo que no es el mío. Y eso no es amor, el consciente reemplazo de figuras parecidas, late, late, late, late, figuritas en la primaria cual álbum del mundial 2002.
Que lata en vos esa curiosidad, las necesidad de significar. Yo no tengo espalda para seducir contra la pared.
Yo no soy un témpano. Yo... sólo soy una constante transformación.-"
Yo te saqué un día de allí
y me encadené.
Te obedecí hasta donde pude
mi genio amor.
Me pude apartar de tu corazón
en otro crimen más
y me alejé de tu seducción
y tu dulce voz.
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