F de Fatal.

La gente me pregunta por qué me dura tanto este amor.

La banda de mi vida toca mañana en el Malvinas. Quizás me conocés un poquito y sabés que inevitablemente El Bordo -en contexto- me hace inmensamente feliz, que tantas historias se escribieron a partir de verlos. 
Veo a mis amigos ahí, viajo hasta pueblos impensados, y me vibra tanto el alma con esa u otra canción. 
De verdad te digo, yo creo que es amor. ¿No amás vos a tu club de fútbol? 
Qué dirías Mendoza, Uruguay, Villa María, Alvear, San Miguel, Córdoba, San Juan, San Luis, San Nicolás, Florencio Varela, San Carlos, Dolores, 25 de mayo... etc, etc. Y en cada viaje un amigo, y en cada amigo una historia. 
Tengo más recitales de El Bordo en mi vida que ninguna otra cosa. 
Cómo explicar esa ansiedad, esa emoción y la exaltación cuando se apagan las luces y la gente empieza a cantar, y vos estás ahí con tus amigos al lado, viendo, pensando, "¿Con qué abrirán?" "Noooo, no podés abrir con Siento la re puta madre", "Fiesta que abran con A mi favor", y así. 
Crecí, maduré, entendí, acepté y me encontré un poco más cada día, y cada día atravesado por El Bordo. 
Tantos años, tantos recitales, y después de todos ellos, aún generan ese noséqué, esas ganas de verlos hacer la mitad de las canciones de nuevo, otra vez (deja de cerrar con La Banda por favor te lo pido!). 
Qué sé yo. No es idealización, al menos ya no lo es. No es fanatismo en el sentido ciego de la palabra. Quizás nunca sepa qué es, aunque tampoco importa demasiado. 
Si nunca sentiste este amor, esta pasión, lo lamento mucho por vos, porque a esta felicidad se le suman amigos, ciudades, anécdotas, llantos, abrazos, gritos, moretones, inmensas cantidades de dinero, y potencialmente superiores cantidades de alegría. 
La banda de mi vida en el Malvinas. 

Es esta mi fortuna, mi familia y el sol.-

Te juro es inexplicable lo que siento yo por mi banda de rock.-