Nada más.
(No hay dolor que duela más que el dolor del alma)
Sí, por enésima vez, debería dejar de escribir.
Dale Guada calmate.
No, no puedo, no me sale.
Dejá de pensar un segundo y respirá.
No, tampoco, no quiero, no me sale, no puedo, no sé. Me estoy encerrando en mí y no escucho a nadie, y me quedan las palabras flotando en la cabeza cual tramontina afilados paseando por mi sangre, desgarrándome sin anestesia cada músculo que sienta un poco de sensibilidad. Y no puedo parar, es tan sencillo, tan simple, que duele así, y hoy pareciera que nunca va a curar, y yo no puedo parar, ya está, quedó así y no se va a borrar. Y yo no puedo parar, sólo aprendo a lastimar; ♪.
Adentro llueve y parece que nunca va parar.
*
Dejá de pensar un segundo y respirá. / Me estoy encerrando en mí y no escucho a nadie. Pareciera que si existe A, B queda afuera. Yo cambio B por A. A veces convertimos lo simple en complejo...
ResponderEliminarQué sé yo Vero, es increíble como tanta 'sencillez' me parte el alma al medio. No sé.
Eliminar