Viajar, capítulo: Mar.

Voy a hacer las pases con la tipa que está ahí.



Va a dar vueltas por una ciudad desconocida en una bicicleta prestada, con la sal impregnándose a la piel, con los auriculares y la mochila al hombro, un rato, una tarde, un momento diferente. Hasta encontrarse en el reflejo de las vidrieras, del océano, hasta encontrarse en el reflejo del espejo tan nítida como real (yo te juro que es una clara posibilidad). 
Quizás puede ser que lejos se acerque un poco más. 
Sueños nunca faltan, sea amor, sea dolor, sea lo que sea que suceda, los sueños nunca escasean. Y habrá algo mejor para captar, porque si he de viajar no importa el lugar, esta vez que sea el mar el testigo de la risa, de la piel, la bicicleta, el cuaderno y cuánto más. 

Vos no te preocupes.
Siempre te vas a encontrar. 

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