7


Que sí, que tu risa y tus abrazos, tus ojos color verde pasto de otoño y tu mano agarrando la mía, que los pasillos y tu aire de desenfado, tu convicción y tu acento, que sí, que vos, vos y el sillón, vos conmigo. Y también yo, abrumada ante tu decisión, mirándome al espejo y pensando si arriesgar o ser fría, distante, prudente, que cómo vos impactabas cual meteorito en la naciente primavera dejando atrás el invierno, que cómo se fue transformando el mundo que compartimos.

Qué conjunción exacta, qué convergencia espacial y temporal tan extraña.


Tengo tu risa encantada y un rayo de sol.



Comentarios

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.