Guadilúuuuu.
Volvemos? #Volvamos. A escribir como siempre, a plantear las cosas como siempre, a escribir tal cual Guada. Sólo Guada, sin interferencias. #Guadilúú 2.0
Así sea.
Voy a cambiar el placard y con él todas las frases escritas con fibrón, los panfletos de las bandas y las etiquetas de ropa. Voy a cambiar la cómoda, comprar una nueva y más liviana.
Inevitablemente volveré a escribir como hacía tiempo antes. Es algo positivo, es más tiempo conmigo. Evitaré la conclusión sobre lo acontecido, evitaré cada comparación absurda entre imbecilidades (y si no existe, marche neologismo) y cobardías. Evitaré cada alusión explícita (volviendo a las costumbres) al egoísmo increíble, a la farsa mejor actuada, a la mentira peor sostenida de la vida.
Volveremos, el espejo y yo, a vivir la vida como algo nuevo, a ser uno mismo y no dos. Ni uno y un cuarto mejor dicho. Seremos enteros hasta que la furia de los mares nos sobrevenga y aplaque la decisión. Pero estoy segura que en ese determinado momento, entenderemos, el espejo y yo, cómo debe ser, qué debemos hacer; cuáles son las cosas sanas a las que arremeter. Porque para locuras, ya están las propias, para imbéciles ya están los por venir que nunca faltarán; en cambio para mí sólo estamos el espejo y yo. Me gusta la imagen que da. Nos vamos haciendo amigos, con los complejos de siempre. ¿Pero sabés que es lo mejor, 'amigo lector'? Que sé que estoy haciendo esto por mí. Me agendaré en unos meses, releer este texto de vacaciones nocturnas y sin lugar a dudas, descorcharemos la sidra imaginaria para brindar, porque los misterios serán resueltos, los miedos superados y las inseguridades destruidas. Y de ese dolor, que no tenía nada que ver con NINGÚN nombre y apellido (Ey, nunca te creas único) ya no quedará nada. Hoy ya no queda nada en relación. No existe más. Sólo permanece en mí una sensación atada a algo más fuerte, pero dicha sensación vive y respira sólo mientras ese algo exista. No vale por sí solo. No vale por sí solo.
Se renueva la emoción, se renueva la juventud, las preguntas toman sentido otra vez y animan a buscar la respuesta hasta donde sea que haya que llegar. Porque nunca nadie podrá decir que el camino es sencillo, pero no queda otra que avanzar, no queda otra que buscar, y todas las rimas con 'ar', encontrar, caminar, preguntar, andar, etc. Seremos la integridad, la calma necesaria -Y encontrada hoy-, seremos la búsqueda, el espejo y yo. La aceptación. El crecer, aprender. Madurar. Seremos todo eso. Y más. La decepción que se ha alejado de mí es la prima hermana de la calma, la espera que murió aquella vez le ha dado vida a la acción misma. Ya no hay nada que añorar. Hoy, el espejo y yo, somos uno, mi cabeza y yo, teclado y mente, somos uno, Todos buscando mismo ♪. Y encontrando los pasos. Volveremos a escribir por mí y por nadie más. Nunca dejaré de compartir, nunca seré el aislamiento mismo; pero hoy somos yo y nadie más. No necesito nada, dije alguna vez ♪.
Somos uno, el espejo, el teclado, los sueños (y las no pesadillas que ya no están!); sé que seremos la armonía misma.
Todavía falta lo mejor !
Así sea.
Voy a cambiar el placard y con él todas las frases escritas con fibrón, los panfletos de las bandas y las etiquetas de ropa. Voy a cambiar la cómoda, comprar una nueva y más liviana.
Inevitablemente volveré a escribir como hacía tiempo antes. Es algo positivo, es más tiempo conmigo. Evitaré la conclusión sobre lo acontecido, evitaré cada comparación absurda entre imbecilidades (y si no existe, marche neologismo) y cobardías. Evitaré cada alusión explícita (volviendo a las costumbres) al egoísmo increíble, a la farsa mejor actuada, a la mentira peor sostenida de la vida.
Volveremos, el espejo y yo, a vivir la vida como algo nuevo, a ser uno mismo y no dos. Ni uno y un cuarto mejor dicho. Seremos enteros hasta que la furia de los mares nos sobrevenga y aplaque la decisión. Pero estoy segura que en ese determinado momento, entenderemos, el espejo y yo, cómo debe ser, qué debemos hacer; cuáles son las cosas sanas a las que arremeter. Porque para locuras, ya están las propias, para imbéciles ya están los por venir que nunca faltarán; en cambio para mí sólo estamos el espejo y yo. Me gusta la imagen que da. Nos vamos haciendo amigos, con los complejos de siempre. ¿Pero sabés que es lo mejor, 'amigo lector'? Que sé que estoy haciendo esto por mí. Me agendaré en unos meses, releer este texto de vacaciones nocturnas y sin lugar a dudas, descorcharemos la sidra imaginaria para brindar, porque los misterios serán resueltos, los miedos superados y las inseguridades destruidas. Y de ese dolor, que no tenía nada que ver con NINGÚN nombre y apellido (Ey, nunca te creas único) ya no quedará nada. Hoy ya no queda nada en relación. No existe más. Sólo permanece en mí una sensación atada a algo más fuerte, pero dicha sensación vive y respira sólo mientras ese algo exista. No vale por sí solo. No vale por sí solo.
Se renueva la emoción, se renueva la juventud, las preguntas toman sentido otra vez y animan a buscar la respuesta hasta donde sea que haya que llegar. Porque nunca nadie podrá decir que el camino es sencillo, pero no queda otra que avanzar, no queda otra que buscar, y todas las rimas con 'ar', encontrar, caminar, preguntar, andar, etc. Seremos la integridad, la calma necesaria -Y encontrada hoy-, seremos la búsqueda, el espejo y yo. La aceptación. El crecer, aprender. Madurar. Seremos todo eso. Y más. La decepción que se ha alejado de mí es la prima hermana de la calma, la espera que murió aquella vez le ha dado vida a la acción misma. Ya no hay nada que añorar. Hoy, el espejo y yo, somos uno, mi cabeza y yo, teclado y mente, somos uno, Todos buscando mismo ♪. Y encontrando los pasos. Volveremos a escribir por mí y por nadie más. Nunca dejaré de compartir, nunca seré el aislamiento mismo; pero hoy somos yo y nadie más. No necesito nada, dije alguna vez ♪.
Somos uno, el espejo, el teclado, los sueños (y las no pesadillas que ya no están!); sé que seremos la armonía misma.
Todavía falta lo mejor !
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