Aaaaaah, já. Tanto tiempo lindo, ¿cómo estás?
Te cuento, por acá anda todo muy agitado. Bien, revoltoso, agitado, 'adrenalítico', de vez en cuando ojeroso, pensativo y sonriente. Una mezcla rara, una cuestión emocional, psicológica, estadística que tiende, siempre, a + infinito.
El clima tiene esa patología cambiante que me enfermaba hace un tiempo, es jodidamente frío y ventoso y al día siguiente se le da por los 30º. Claro, ¿trivialidades pelotudas? Nunca faltan.
Che, pará. Me llegó el mail de "Feliz día profes". Apuesto un par de dedos de la mano izquierda a que seguro tienen mi mail traspapelado ahí. Igual, ponele que me lo tomo enserio y digo "Gracias".
Hoy, martes 17 de septiembre, la vida es un torrente de sorpresas. Oh, divina solteria, haz que salte la ficha! Soy toda una poetiza, lo sé.
En fin, me perdí en lo que iba a escribir como siempre me pasa, pero cuestión que te tenía un poco olvidado porque ando un poco ocupada, y la verdad que quería venir a visitarte, a decirte que de ciertas cuestiones ya no quedan ni las sobras, que todo marcha sobre ruedas y cuando no, sé que hay herramientas y signos vigotskianos para seguir avazando. Siempre para adelante. Porque intros vuelteras, siempre, casi por genética, pero ir al grano, uf, bueno, eso se desarrolla, se aprende, es entrada y salida de golpes, sonrisas y calecitas.
Me declaro amante ciclotímica del Psicoanálisis, esposa fiel del chocolate y todos sus hermanos. Pasada de rosca siempre, con todos los horarios de la vida misma; de memoria visual, resaltadores de todo tipo y color, nerviosa por naturaleza antes de rendir; odiando siempre las vueltas y soñando, pensando. Viajando, viajando, siempre.
Caminante, a dónde sea, cómo sea, pero caminando. Y escribiendo, porque las historias se hacen de caminos, y los caminos, de mí.
El narcisismo vuelve al yo, vuelca su líbido divina en mí para atarla a cada pseudo célula de mi psíquis y no soltarla nunca más. Porque una cosa es compartir y otra muy diferente perder; una cosa no se presta y es ese narcisismo freudiano tan completo que día a día, historia a historia, cala hondo en mí y me hace más feliz, sonríe conmigo, vive conmigo y me acompaña, siempre.
Quizás siempre fue esto lo que hoy quise decir!
PD: es lindo.
Te cuento, por acá anda todo muy agitado. Bien, revoltoso, agitado, 'adrenalítico', de vez en cuando ojeroso, pensativo y sonriente. Una mezcla rara, una cuestión emocional, psicológica, estadística que tiende, siempre, a + infinito.
El clima tiene esa patología cambiante que me enfermaba hace un tiempo, es jodidamente frío y ventoso y al día siguiente se le da por los 30º. Claro, ¿trivialidades pelotudas? Nunca faltan.
Che, pará. Me llegó el mail de "Feliz día profes". Apuesto un par de dedos de la mano izquierda a que seguro tienen mi mail traspapelado ahí. Igual, ponele que me lo tomo enserio y digo "Gracias".
Hoy, martes 17 de septiembre, la vida es un torrente de sorpresas. Oh, divina solteria, haz que salte la ficha! Soy toda una poetiza, lo sé.
En fin, me perdí en lo que iba a escribir como siempre me pasa, pero cuestión que te tenía un poco olvidado porque ando un poco ocupada, y la verdad que quería venir a visitarte, a decirte que de ciertas cuestiones ya no quedan ni las sobras, que todo marcha sobre ruedas y cuando no, sé que hay herramientas y signos vigotskianos para seguir avazando. Siempre para adelante. Porque intros vuelteras, siempre, casi por genética, pero ir al grano, uf, bueno, eso se desarrolla, se aprende, es entrada y salida de golpes, sonrisas y calecitas.
Me declaro amante ciclotímica del Psicoanálisis, esposa fiel del chocolate y todos sus hermanos. Pasada de rosca siempre, con todos los horarios de la vida misma; de memoria visual, resaltadores de todo tipo y color, nerviosa por naturaleza antes de rendir; odiando siempre las vueltas y soñando, pensando. Viajando, viajando, siempre.
Caminante, a dónde sea, cómo sea, pero caminando. Y escribiendo, porque las historias se hacen de caminos, y los caminos, de mí.
El narcisismo vuelve al yo, vuelca su líbido divina en mí para atarla a cada pseudo célula de mi psíquis y no soltarla nunca más. Porque una cosa es compartir y otra muy diferente perder; una cosa no se presta y es ese narcisismo freudiano tan completo que día a día, historia a historia, cala hondo en mí y me hace más feliz, sonríe conmigo, vive conmigo y me acompaña, siempre.
Quizás siempre fue esto lo que hoy quise decir!
PD: es lindo.
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