Gracias.

Nadie más entra acá. Es un grito severo como el de Gandalf. "¡No pasarás!".
Éste es MI lugar. No invadas. No tenés derecho a leer. No tenés el más mínimo derecho a pasar por acá, impune, e irte sin más. No leas. Porque leer te hace partícipe. Te hace responsable de cada uno de tus actos en relación a esta noche, de ahora y para siempre. NO TENÉS DERECHO a estar acá. Cerrá la ventana y no entrés nunca. Este no es tu lugar. No estás invitado. No merecés ni el más mínimo grado de mi amabilidad. No tenés derecho a leer.-



Ante la intriga siempre me ayudó poder poner algo en palabras, darle entidad a esa maraña desordenada de sensaciones psíquicas, mudadas en disnea, palpitaciones (#1er versión de T.A). Quizás ayude más ahora charlar. Quizás intercambiar palabras, no sólo conmigo, sino también con otro pueda ser una chance más de sobrevivir.
Porque ante todo somos seres tratando de resistir, con un fallido instinto de autoconservación, culpa de una historia, de la cultura que nos atraviesa y que marchita el impulso de sobrevivir. A costa de todo.
Palabras mismas que siempre fueron y serán el refugio para el entendimiento, no alcanzan a plasmar la mezcla de caos y paz que acecha en cada rincón, que susurra débil pero constante, hasta estallar. Hasta descargar, liberar tensión y generar una pseudo tranquilidad ficticia, tejiendo entre sí un círculo vicioso gomoso, permanente. Incapaz de salir.
Yo no sé cuál es la cura, yo no sé la respuesta a semejante demencia, la calma para tal violento descontrol.No sé cuál es la razón. No me importa cuál es la razón. Pero es insostenible.
'Y sin embargo, siempre hay algo que brilla en el silencio'. Y construimos a partir de ahí. Sé lo que es. Y soy, somos, capaces de algo mejor. No hay más opciones, han agotado todas. No nos queda otra que ser algo mejor.
Creo firmemente que seré algo mejor, ¿pero quién paga el precio de la inocencia? ¿quién paga el crédito de la violencia? ¿quién devuelve el tiempo perdido? Oh no. Esa no es mi responsabilidad, esa no fue ni es mi culpa. No son mis cosas. No son mías. Pero aún así... Debería hacer algo con ellas. Y lo hago.
Sólo queda la opción de ser algo mejor, algo más amable. De no repetir. De no pagar dolor con dolor.
Exacto. Quizás, hasta han facilitado las cosas.
Sólo queda enfrentarlo. Y en eso estamos.
Amo, dueño y señor.
Vamos a ser algo mejor.

Comentarios

  1. Puedo leer todo lo que escribis mil veces, siento que asi te conozco un poco.
    Por favor nunca dejes de escribir, en cada palabra dejas algo tuyo, y eso me encanta.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.