Y también



Un domingo raro aquel frente a la pc, escuchando unos locos con acento europeo. No tenía nada para cenar, para variar, y tampoco tenía ganas de cocinar. Pero sí tenía un barullo incansable en la cabeza, propio de otra época, insistente e imposible de callar. Suponía tener las respuestas también pero vaya uno a saber a cuál de todas las preguntas que se hizo alguna vez, en los últimos años y quizás, en los últimos diez días también. Qué inconsciente tenaz, qué cosa más molesta, que estúpido Freud que nos contó el secreto, responsabilizándonos. 
Que bronca también el vestido en el perchero, el rimmel de las pestañas y el desencanto del conocimiento, ese que pincha los globos más coloridos y rompe el hechizo de la calma. De la calma a la indignación, hay sólo un pasillo y un whatsapp. "¡Que no puede ser eso de ser tan egoísta y martir a la vez!". Mira si será posible personificar una escena propia de película frente al espejo y con los ojos a medio cerrar putando por lo bajo pensar "Posta, esto no vuelve a pasar". Agradezca a quien le toque agradecer que ha podido dominar un poco esa hostil impulsividad, porque este sería un buen momento para contarle que se joda por pelotudo.
Que cosa también no poder dormir, no poder callar, la pregunta superyoica de si ir mañana a trabajar. Cuánto capital manejan los fantasmas que se quejan porque sí, porque les pinta armar bardo una vez y cada tanto, que la imagen, que el rencor, que de quién carajo es la culpa esta vez y que hacer con el cansancio, transformarlo en texto o pesadillas, en gritos o indiferencia. Y que la concha de su madre, al menos Boca le ganó a Newell's. 


Comentarios

  1. Hola Guada! Soy Maxi, el amigo de Magu, he leído más de un escrito tuyo, y nunca te comenté! Lo hago ahora, para animarte a que lo sigas haciendo, que lo hacés muy bien!

    Un saludo!

    Maxi

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