huirás a los suburbios ·

• Vive en paz en tu propio ser y el mensajero de la muerte

 no podrá tocarte.

Gurú Nanak

      Y esta noche qué pasa mi amor, ¿por qué estás tan decaído hoy? Entiendo tu angustia, pero no entiendo tu resignación, siempre te gustó soñar con cosas utópicas... y eso es lo más hermoso. Estás divagando por la ciudad, perdido entre túneles y vías que ya sabés a dónde van. “Está limpio, está limpio”... Eso dijeron en el hospital. Hablaban de sustancias, de medicina y de tragos, pero vos no lo aguantaste y saliste a caminar. El frío en tu cara, las lágrimas en tus ojos; sí, te observo desde lejos, pero así es mejor. A lo largo de los meses, en la distancia ya no hay dolor.

            Anochece y el colectivo va cargado de gente, no te para y acelera, y vos quedás atascado en la esquina esperando el siguiente, mientras pensás y analizás, y reflexionás y… y... De lo que quedó del engaño y la decepción lo más triste es verte caminar solo por el asfalto desolado, nunca te vi resignado…

                 Los mano a mano con la soledad nunca fueron tu fuerte y la suerte ya no juega, no hay medicina explícita para la cabeza.

Te perdiste otra vez, vaya uno a saber dónde estás en esta noche perdida llena de riesgos cargada de anzuelos... Supiste ser pez, te ataron, te usaron. No era la salida, no era la forma, no era la manera.

                             Suena una sirena y siembra de caos todo a la redonda, las personas corren, los adolescentes extraviados huyen al pool... vos, ¿qué pasa con vos? Te van a llevar preso, sos un fugitivo de la ley. Saliste en los noticieros un demente peligroso, poco cuerdo y desequilibrado.

                                             Tenés que internarte, tenés que dejar de lamentarte. Sólo necesitás un poco de voluntad, yo desde acá arriba no te puedo ayudar.