Una moto más, y se pudre todo.

Quiero unas alas para el cielo visitar

Quiero una escalera y desde ahí verla pasar

Quiero que me digas al oído lo que yo quisiera escuchar.

Dame un silencio para un sueño imaginar

Dame una vereda donde me pueda acostar

Dame lo que pido pero no hagas lo que digo,

que yo suelo hacer, que no te quiero ver como ahora estoy.

Quién podrá salvarme de esta fiebre universal?

Quién será el que hable cuando no quiera pensar?

Quién dará su sangre, su sudor y hasta quizás se largue 

a llorar?

Cuando es el mundo lo que no debiera ser

Cuando por ser uno no te quieren entender

Cuando el vaso está medio vacío y otra cosa no lo llena bien,

vos lo querés romper y andar mejor

viviendo entre la risa y el temor

buscándole placer a este dolor.

Si mañana vuelvo a enloquecer

Y ya no hay nada que me venga bien

Sería más fácil estar solo.

•

O la vivís, o te viven a vos.

Entonces... ¿cómo era? Ah, sí. Que yo estaba leyendo, ese leyendo con el texto sobre la mesa, ese leyendo que a mi qué carajo me importa, pero en fin, estaba "leyendo" Facundo, civilización, barbarie y la puta que lo parió. Héroe de la educación y genocida nacional. Pero ese no es el punto. Yo estaba pensando, o intentaba pensar en algo con claridad, pero se ve que no es el día, ni la semana de los claros. Bueno, total, podemos hacer que todo nos importa tres matracas, pitos y redoblantes, que hacen mucho ruido dentro de mí, e intentar callar todas las quejas de mi hemisferio derecho. Total, "qué más y para qué". Si se puede continuar, pero tengo un vaso en la mano a punto de rebalsar (y para colmo, me quedé sin agua). 

Me cansa perder el tiempo, como cuando perdés algo elemental. Considero, y estoy totalmente convencida, que el (MI) tiempo es importante, sagrado y vale oro, petróleo, agua y demás. Y, ya que no me sobra, sigamos la comparación, racionalicemos el uso del agua, VIENE DE RACIOCINIO, DE RAZÓN. Me estoy exasperando. Pero es que ¿es tan poco probable que se entienda? Será que ya no quiero hablar, total, aprendimos de tantos golpes contra la pared, que esta no se va a mover... es decir, que por más que hable, charle, me descargue y etc etc, no cambia nada. Y dejo a otra cabeza más positiva el tipo de respuesta recibida. Bué. 

Qué más, para qué seguir hablando de robos, de motos, pesadillas y qué. Si eso es mi hemisferio derecho... y ya sé, aprendí de una vez... que hay cosas que no todos pueden comprender.

Y Sarmiento o quien carajo haya sido, cinco días de clases por semana, es mucho, pedazo de forro. Amén.