Gritando.

Nudo en la garganta, ojos que arden de leer, de pelotudear y de leer, releer, resaltar, estudiar. Y no me queda nada porque tengo un nudo en la garganta que debe atravesar mi médula espinal y justamente por eso el nudo este se agranda y se hace interminable.
PareceQueNUNCAVaAParar.
Y lo peor de todo, es que la única catarsis que medianamente me funciona, que es escribir, se bloquea cuando estoy así y no conecto dos ideas. Odio este estúpido paralelismo entre mis deseos jodidamente inclumpidos y las realidades ajenas. Sí, decile envidia si querés, pero no me rompan más las pelotas con ese morboso optimismo y entusiasmo que sólo me hunden más en falsas ilusiones. Para colmo me falta leer todo un módulo. Entero. Y ya no coordino dos axones ni motores, visuales, emocionales ni hablar. Sigo en la postura clásica y enferma del NoAguantoMás y las ganas de aislar todos mis sueños de todo esto que me rodea. De todo. Porque todo me remite a lo mismo, todas las situaciones generan un conflicto interno en mí que desemboca en la angustia inacabable e insuperable. Y la presión de aún así seguir siendo LA hija, novia, estudiante, amiga. Loco, no puedo con todo. A ver si alguien se da cuenta y me deja de reclamar actitudes y sentimientos de una vez. Neurofisilogía, Genética, Piaget y la concha de su madre, se pueden ir todos a cagar. Mi vida es un desastre y mi casa mucho más. Y yo así no puedo, no funciono. Y no quiero sentir.