Locura no es.

Te comportas de acuerdo
Con lo que te dicta cada momento
Y esa inconstancia, no es algo heroico
Es más bien algo enfermo.

¿Quién les dijo, quién les mintió tanto como para asegurarles a ustedes, ilusos, que la locura es algo hermoso? ¿Quiénes son ustedes, farsantes, vendedores de crueles ilusiones que proclaman a la locura como algo especial? No, verán, es algo enfermo, es la espeluznante discordancia entre todos los matices de la vida misma, las puertas y las ventanas de la esperanza, de la sensatez cerrándose sin pudor, dejando dentro de uno el caos, el dolor, las preguntas, la risa sin razón, la angustia sin respuesta, el vacío innimaginable, insuperable. La carencia de amor.
Y amor, ¿quién les dijo a ustedes, consumistas, materialistas, que amor es 14 de febrero, que amor es felicidad? ¿Quién les dijo que el amor es dicha pura, es momento de gloria eterna? Ustedes que compran amor con muñecos, por televisión, quizás puedan entender algún día que amor no es gloria, es entegra, que amor no es más que dolor, que pelea, que adaptación. Es reunir el valor de enfrentar toda la locura producida bajo las mantas por el bien de los dos, creer, confiar, llorar, sonreír.
Lo difícil es encontrar una balanza con los mismos parámetros que los propios.
La soledad extrema es locura no paz. La paz es amor, y el amor no es enfermo. Es muchas cosas. Pero no enfermo.

Preguntale a Charly.

Yo no quiero volverme tan loco,

yo no quiero vestirme de rojo,

yo no quiero morir en el mundo.

Yo no quiero ya verte TAN triste,

yo no quiero saber lo que hiciste,

yo no quiero esta pena en mi corazón.