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Cerrando los ojos no sirve aplaudir.



La luz apagada, sin la calma clara, con la intranquilidad marcada, y algo más que se esconde, que no interviene activamente y detrás de los párpados cerrados, algo hace volar, de todos los métodos, vas a imaginar. Entre nubes blandas flotar, entre ideas no marginales vas a caminar, y cuando ese camino desaparezca entre chaparrones de tormenta, la lluvia no importará, es serena entre relámpagos de recuerdos, entre rayos macabros que rasgan algodones algo más se esconde y te hace ayuda a levantar. Esconde dentro de tus ojos fantasías mágicas que deciden sueños crueles cuando la noche no te deja descansar. Miedos desquiciados nacidos de situaciones paralelas, temores ocultos negros y posibles. Recelos a las palabras dichas, a las personas hablantes, a las frases vanidosas, a las frases honestas que no sé creer. Credibilidad algo carente ocultada tras sonrisas, misterio en otros irises, presidentes del cambio, entre rayos cortantes y flashes reales. Cuestiones de la verdad, entre distintos planteos ambiguos que no formulás. Premios a lo que no ves, es todo un capricho de querer parecer, y tanta imagen superficial me hace pensar y frenar. Y no mirar.
Entre nebulosas indefinidas cuando duermo veo caras dibujadas que me persiguen y me acorralan. Sensaciones que se relacionan, ausencias que protagonizan las presencias. Me asustan vagos ruidos que escucho, me presionan al mirar, me alarman al sonar, me paralizan y no me dejan reaccionar. Se pegan como mi sombra, están vigentes en todo sentimiento, y disminuyen en el peor momento. Todo el contexto estrellado mientras estaba volando, destruido contra una idea de desconfianza, de interés inerte, de compañía inexistente. Rituales falsos que disimulan cuestionamientos, y otra vez, más miedos. Y cuando prende el tic tac, y el día arranca muy temprano como para apreciarlo, unas emociones de temblor que pueden vivir durante la fase lunar, duermen de día para regresar cuando la noche vuelve a empezar. Y otros recados más amoldados al sol pueden latir despacio y estar ahí para admitir que siguen allí. Discusiones intolerables, juzgamientos incomprensibles, y unas preguntas más que me hacen dudar. El tiempo va a correr, con el clima inestable vas a aprender. Y entre más nubes, rayos y relámpagos, las noches van a manifestar todo eso que el Sol no sabe canalizar.

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