Hice lo que pude.

Esta parece ser la única manera de hacer catarsis. Tengo un problema y me da miedo afrontarlo. Tengo un problema y me duele el sólo pensar que más o menos podría saber qué es. Así que trato de evitarlo. Y me domina, y me colapsa con una sola gota de agua, me lleva por delante y día a día se hace más grande e impenetrable; va creciendo dentro de mí hasta ocupar mis pulmones, aplastarme el diafragma y endurecerme la garganta. Y cada crisis es peor que la anterior y con más frecuencia; más fuerte, más atroz.
Llanto.
Yo ya sé qué es lo que me hace esto, pero sinceramente no puedo afrontarlo. No puedo. No sé cómo hacer, no tengo ninguna clase de fuerza para siquiera intentarlo, me da pánico llegar a una conclusión dolorosa, me da terror poder llegar a entender que no es lo que yo creo que es. 
Y sencillamente siento que ni toda mi cabeza, ni toda mi alma ni todo mi cuerpo pueden con esto. Es más grande que yo, es más grande de lo que creo y es profundamente poderoso. Copa cada celulita dentro de mí, la convierte en un virus sin remedio y la esparce por cada centímetro de mi ser hasta controlar consciente e inconscientemente mis ideas, mis llantos y mis risas. Y yo no puedo más que verlo ganar. 
Yo necesito ayuda (una ayuda con título). Pero me da terror buscarla. Y conseguirla. Y ver adónde me lleva.

Comentarios

  1. Creo que romper paradigmas mentales, o afrontar el otro lado de una moneda que creíamos haber usado suficiente como para conocerla, es un gran paso para crecer. Simbólicamente te mando la fuerza que TENÉS para enfrentarlo y la valentía que necesites para buscar ayuda. Un beso, Guada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.