Violencia es mentir



Era violencia. Física, simbólica, emocional.
Era un mundo tan oscuro, tan perverso, sin emociones, sin culpa, sin nada genuino que compartir. Era un mundo al que yo entré con los ojos vendados. Fue una enfermedad que puso en jaque todas y cada una de mis células y ganas de vivir. Y fue eso. Nada más y nada menos que eso. Hoy, hoy es parte de mi historia, con el verbo en pasado y nada más. No diría jamás que no me marcó, no negaría que me mostró un mundo tan siniestro, pero mundo al fin. Mundo que viví, que sufrí y del que aprendí. Me hizo parte de su violencia, me hizo un objeto más. Y ese lugar que yo ocupé es lo único presente. No quiero esa violencia porque la viví, la conocí. Somos pedacitos y resignificaciones de nuestras historias. Soy eso. Pero también soy la que elige algo distinto, la que razona aquello y la que después de tanta violencia, decide, igualmente, intentar. Apostar. Soy más que aquella historia.
Los miedos no me paralizan más, hasta la muerte representada me hace activar. No me quedaron alternativas, de todas maneras. Puedo bajar hasta el centro de la tierra pero elijo no quedarme ahí.

Es un mundo de ilusiones mi parque de depresiones, 
no te asustes, abre solo para vos. 

Soy un trauma corporal latente. Y manifiesto también.
Soy un miedo atroz a los bostezos.
Soy quien chilla cuando ve una cucaracha voladora, pero también soy quien llama al 107 todas las veces de todas esas noches.


Y suelo tocar fondo, salir a flote 
y volverte a buscar.  

Y con los años también comprendí que soy un manojo enquilombado de miedos y emociones. Y de cosas positivas.
Soy quien elige viajar, conocer, caminar, ver el cielo, hacer dibujitos mentales uniendo estrellas y ver cuando sale el sol y se refleja en el río.
Soy feliz con un libro sentada en el pasto.
Creo en el cambio, quizás por ingenua, y creo que ese cambio pasa por la educación. Creo en mi carrera como motor, como lugar desde el cual aportar un granito de arena.
Creo en el inconsciente, en la represión, y fundamentalmente en la ameba y sus pseudópodos.
No creo en el amor incondicional, en la ceguera rosa del amor de Hollywood. Creo y espero algo más real, porque el ideal cae, y quedamos sólo nosotros, reales, con virtudes y defectos.
Creo en ir de frente aunque duela porque la mentira es cobardía. Creo en la calma, el amor, a cambio (y consecuente) de conocer(nos), de discutir y entendernos. Creo en quererme a mi misma para poder darte algo sano y feliz.


Nena estoy preocupado,
Tus ojos brillarán para mí. 



Creo en la vorágine de la cosas, aunque también sé que es una vorágine. Creo que confluyen pulsión y objeto de amor, que no son opuestos ni excluyentes, creo en su complementariedad. Creo en apostar, en viajar de la mano, en enfrentar, pero sólo si es una decisión de los dos. Me gusta intentar, y me gusta que sea con vos.

Sólo tengo una sonrisa y espero una de vuelta. 




Comentarios

  1. Buenisimo. Buenisiimooo, no tengo mas comentarios que ese. Me encanto Guada :)
    Lindisimo, muy transparente.

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  2. la foto del libro...que libro es?

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