No entendés nada.

Yo sé que queda una vuelta de tuerca más.

Es que se complica intentar fantasear con la ficción cuando la realidad se te viene encima.

Y que noches tan largas que no quemás, que no dormís, que no salís,

Y cuánta gente pelotuda que te agobia las tardes, cada día y cada mañana

Y qué más puede uno hacer que callarse la boca y pensar

que no entendés, no entendés, no entendés nada!

Y qué ganas, siempre de viajar, ¿de qué escapás? Un fantasma más, Gasparín era un amigo imaginario, entonces esto qué es, qué es. Perdí el hilo de la raya, sabemos todos que esto nunca pasa, el lado revoltoso dirá siempre dalenomás, y el consciente gritará que no, que no, que no va a mejorar, serás otro idiota más matando sentimientos con sustancias y venenos. 

En la balanza de la vida nunca hay medición que alcance, si un día puedo contra el mundo y otro día no salgo de la cama, contra tanta miseria bípeda contaminando todo lo que respira, es un desgaste remar y remar.

En mi corazón colgué un cartel que decía 'sepa disculpar, estamos reparando daños' .

Y que poca es la gente, que te hace bien, íntimos o no, 'qué linda que estás' y hay una sonrisa que me sacó. Sé que él es sincero, que las tardes allá serían de puro vuelo, pero la vida me llevó a tener miedo, a las bicicletas y a los sueños. Sé que él siempre puede sonreír, que no es mucho para mí y por eso siempre sorprenderá cuánta noche gris de antecedente al sufragio pueda consolar.

Depende de la mañana, de como caiga la ficha de la tolerancia, la balanza se inclina para acá, o tiran para atrás y ganan los de allá. Que siempre serán unos cuantos, que siempre podrán embriagarte el alma de alcoholes y superficialidades, porque a estas horas con una copa somos todos re pillos, siempre podrán pensar y 'falasear' estupideces, que el problema es el sistema, tanta demanda para esta sinvergüenza oferta.

En definitiva, lo leímos un lunes, y ya estamos acá, 'los viernes nadie piensa en domingo', y qué verdad, Guada, siempre seremos una idea más, de esperar que la suciedad no corrompa la novela de turno, esa que pone escenitas que recuerdan...

Los sueños truncados no los devuelven las historietas, no hay verdad total que conozcan los demás, salvo la que vos guardás, todo lo demás es falasia ad-honorem a la estupidez humana.

Una tuerca más, empezaremos a viajar.