Nene.

# Me encuentro ahogado en vacìa sensaciòn... [ ]



Me dijeron, me repitieron, y yo haciendo oídos sordos a todos. Me lo advirtieron, me lo aseguraron, y yo, ¿en qué estaba yo, que nunca les preste atención? Yo sé, yo sabía, que este resultado era de los probables. De los más probables. Y me podés ver, echa añicos por tu trato. Y quizás sólo fue imaginación mía el creer que de algún modo yo importaba. Yo te importaba. Qué más da todo el resto. Era predecible tal momento, en que todo se venga abajo, se quiebre y se desmorone como si a un edificio mal gastado lo hiciésemos detonar. A propósito. Y vos estás allá afuera, firme con el interruptor poniéndole más suspenso a la cosa, y yo adentro, perdida, buscándote... Esperando que confirmes todo eso que escribías… Esperando, soñando, sintiendo, siempre a la deriva. Quise leer, quise volver a leer, todo, completamente todo, lo que me habías dicho, todas y cada una de las cartas. Pero no, no podía, no tenía el valor, para seguir encontrando palabras vacías. Ya no distingo en vos la diferencia entre mentira y verdad, ya no entiendo la separación, del cariño al delirio. No me quise animar a descubrir más motivos para dejar de creer, para dejar de confiar. Para tener una buena razón intangible con la cual decirte, que todo tiene un límite. Es que yo lo sé, yo sé, que a esta altura no interesa si te importa o no, lo único valido es lo que demostrás. Y ojalá te des cuenta de cómo lástima, de cómo hiere tanta ciclotimia junta, tantos cambios bruscos. No me puedo transformar en el ser que no siente que vos querés encontrar. Hoy, no puedo decirte basta, no puedo poner un freno a tu orgullo, a tus modos, a tus crueles maneras. Y sigo perdida dentro de un edificio a punto de venirse abajo, esperando que sea verdad, algo a lo cual aferrarme, que si de verdad me querés tanto como decís, que vos solito te des cuenta de todo el dolor que me causas. Y aparte de eso, que si de verdad te importa, que no lo hagas más. Aunque hoy no pueda decirte “basta”, qué más da todo lo demás, si vas a aparecer algún día por ahí, y además de mi, mi cuerpo y mi corazón, también con mis fuerzas, anda a saber a lo que jugás. Debería terminar. Y después de muchos días, seguro vas a volver a caminar, y casualmente nos cruzaremos, y el mundo me sigue repitiendo, y mis oídos igual de sordos, y tus mentiras, y tus palabras, y tus actitudes, y vos, y vos,

y parece que siempre hay más de vos.

Comentarios

  1. Lo del edificio y el interruptor...No vuelvo a escribir la oración entera porque me da úlceras. Yo no sé si será casualidad que nos pasen las mismas cosas, o si serán todos unos hijos de puta jajajajaja. Justo estaba pensando lo mismo acerca de las cartas y todo eso, usaste las palabras justas.
    Que sigas bien :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

.

Montaña y símbolo fálico.