Nunca quisiste estar en este lugar.

SI TE VAS, ¿PARA QUÉ REGRESASTE?, ¿Por el bien de los dos? Ojalá... Ya me cansé de pedirte perdón. No por orgullosa, sino de resignación. Nunca surte efecto. Es como expresarle mis emociones a una pared. Río, lloro y pasó de todo, por el bien de los dos. Pasó de todo... ¿Qué hago con los recuerdos sin destino, qué hago con las risas no cobradas, con las lágrimas derramadas? Qué hago conmigo ahora… No me niegues que me buscaste. Qué hago con las cartas, qué hago con mi calle, qué hago con la puerta de mi pieza. Qué hago con las grullas, qué hago con las remeras. Cómo te saco de mi vida si te esparciste por todos lados. Mis amigos, mi casa. MI banda. Mi cabeza. Guardo un recoveco en el alma que recuerda tu cara como nadie la vio. Dónde me meto cuando aparecen tus palabras, tus frases, tus canciones. Qué hago conmigo ahora… A dónde me voy para no verte más, de fuga por la ciudad, dónde nada tenga vínculo con vos, dónde encuentro el tiempo. Cómo escaparme si estás pegado como mi sombra, cómo no escucharte si tu voz siempre me taladra. Cómo no encontrarte si en cada lugar de mis viajes está tu presencia en algún momento, de alguna situación, que se agotó. Aprendí la diferencia entre el juego y el azar. Entre caras de póker y mentiras de envido, entre jaques de ajedrez, entre jaques más graves... Quien te mira y quien se entrega. Cómo no sentir desprecio si era intrascendente en tu vida, cómo no pensar en mentiras, si siempre había dudas, siempre había lagunas. Cómo no sentir angustia, cómo no sentir desconcierto y rencor si tenías mi vida a tus pies y ni siquiera te importó. Ni siquiera quisiste verlo, ni siquiera querías estar ahí. Tenías mis sueños servidos en bandeja, tenías mi alma plena, mi más sincera esencia. Y agarraste una pala y cavaste muy hondo para tener donde dejarla. Y eso hiciste. Ahí dejaste mi vida, enterrada en el suelo, más debajo de donde estaba antes. Tengo una mitad que se queja y la otra que no me deja escapar del dolor. Tengo una tremenda ceguera y no va a ser la primera vez que vuelvo a empezar. Porque ya no estás a mi lado por el bien de los dos. Y otra vez seremos dos extraños…

Seremos dos extraños… Por el bien de los dos.

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