Domingo.

Odio los domingos.
Odio los domingos que amanecen con dolor de cabeza.
Y odio mucho más que los anteriores los domingos pre parcial.
Los odio. 
Ya de por sí son domingos y merecen el odio más profundo de cada uno de nosotros
Pero que encima se te parta la cabeza, y no de resaca justamente, ya es el colmo.
Ahora, que para variar, tengas la fastidiosa presión de tener que estudiar es demasiado.
Si encontrase una palabra más fuerte que odio encajaría perfectamente con el sentimiento que tengo hacia el domingo. Te esapalabramásfuertequeodio MUCHO.


(Claro, vale aclarar que hasta que no me voy a dormir no cambiamos de día)

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