(Nada en el mundo me gusta más que abrazarte y después despertar).

Ama los inconvenientes, se enoja conmigo y me habla en francés
Baila como la princesa del reino neurótico de mi niñez.

Si todo tiene un límite, una vida útil, un ciclo vital, bueno, mi capacidad homeostática también. Y es clara y cruelmente volátil, ciclotímica e ineficaz.
Tengo mis arranques, sí, ya lo sé. Guada, no podés pretender tal equilibrio cual figurita moderna de la justicia con vos, conmigo, el Yo, el alter ego y qué sé yo. 
De todas maneras, y a costa de todo lo anterior, podría jactarme de tener el poderío de re mandar todo a la concha de su madre y seguir siendo feliz HOY. Sé que otro día hubiese pretendido una perfección inigualable que nunca alcancé, pero sólo por esta vez con sonreír alcanza y conforma a corto plazo. Seguís con esa manía de entablar la catársis en segunda persona, como si no fuese tan especial, tan grave, ni tan angustiante mantener en ebullición este cóctel venenoso que todos revuelven. Seguís con esa manía de hacer algo y arrepentirte, de pensar que siempre podría haber habido una manera mejor, menos cruel, más directa, menos dolorosa y siempre más amable. Seguís con esa idea fija de comprender qué es lo que querés, porque de hoy hay unos rasgos especiales que logran ejercitar todos los músculos de la cara, pero mañana, qué será de mañana si mañana seguimos igual. Qué dirías de todo este enrollo en unos cuantos años más, qué importa, a fin de cuentas, si hoy lo puedo disfrutar. Manteniendo la isotopía (o no, la concha de tu madre CBC), seguís con esa tendencia dependiente que mejor no aclarar, porque sabés, hay mares donde es mejor no nadar. Seguís con esa manía insegura de querer a medias, de no jugar nada al ciento por ciento si total, nada es para siempre, cuánto lujo puede haber en la decepción de una realidad que te deja sin fichas. Seguís con esa manía de extrañar, de que no alcanzan las variables para definir si es real, si es VERDAD. "Más que amor, dinero, fe, fama, justicia, denme la verdad", porque cuesta horrores eso de confiar, porque hay un miedo profundo de jugar y volver a empatar.

Me dediqué a dormir escuchando la lluvia,
a probar el agua y desintoxicarme
Porque acá arriaba las gotas lo lavan todo
y sólo quedan sumergidas en la bruma
tu alma y la mía.

Escapé del ruido y el desastre
Inhalé todo ese óxido hasta oxidar mi corazón;
que cada noche, cada día más pendiente del reloj
amanecía más frío, siempre algo más gris.

Quizás sea la ceniza,
(Ay, qué fea que está Buenos Aires),
Quizás sea la tormenta,
Tal vez la culpa la tenga el clima;
Pero me dejaron sin sentimientos, ya no tengo (tenía)
nada para dar, no te quiero recordar
(Qué bueno que hoy estés lejos de acá).

La soledad y el reloj no son buena compañía
en mi pieza hay libros y apuntes,
una botella, una guitarra y aquello que le escribía.

Se siente junio por todos lados,
se "ve" junio por todos lados
¿En qué momento lo destruimos todo
Y huimos a un Londres tan alejado?

Un libro y la música rellenan los rincones
afiches, entradas y acordes
ahuyentan a la noche e intentan llenarme el pecho
Ni aurículas ni ventrículos,
es una máquina lo que respira en mi cuerpo.

La niebla y sus recuerdos,
nunca pudimos disfrutar de las flores y del sol.
Más relámpagos y más truenos,
Siempre lo entendimos, en esta noches de invierno
todos nos sentíamos solos, mi amor, 
¿por qué nunca pudimos ganarle a este desastre?


Te acordás de esto?
No, por suerte no.


Perdoname por ser lo que soy
SIEMPRE TRATO DE HACER LO MEJOR.

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